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INFRAESTRUCTURAS

Fomento ve peligro en tres puentes de la red leonesa

Están ubicados en Villadangos, Cebrones y cerca de La Barosa.

Uno de los puentes se localiza en Cebrones del Río, al paso de la A-6 por la localidad. RAMIRO

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León

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miguel ángel zamora | león

El Ministerio de Fomento sitúa tres puentes de la provincia de León entre los 66 más deteriorados del país y por ende, en situación clara de riesgo. Son el punto kilométrico 436 de la N-120 (Logroño-Vigo), en el término municipal de Villadangos del Páramo, con proyecto de reparación en fase de preparación, el 536 de la misma vía, que se localiza en las inmediaciones del túnel de La Barosa, en El Bierzo, que tiene el proyecto de reparación en fase de redacción, el punto kilométrico 294 de la A-6 (Cebrones del Río), cerca de La Bañeza, donde se están valorando las medidas que se van a adoptar.

Según información facilitada a este periódico por el Ministerio de Fomento, la provincia cuenta en la actualidad con 891 obras de paso. El País publicó ayer que las tres en peores condiciones son las reseñadas. Están reparadas las deficiencias que se habían detectado en el punto kilométrico 150 de la A-66 (León-Benavente) en el entorno de la capital, a la altura del entronque con el ramal de La Virgen del Camino, que en su día había sido incluida en el apartado de infraestructuras con deficiencias graves.

De acuerdo a la información mencionada, León ocupa el puesto 29 en la proporción de estructuras analizadas por kilómetros de carretera, que sitúan a la provincia leonesa en la zona media del ránking.

El Ministerio de Fomento mantiene una base de datos, el Sistema de Gestión de Puentes (SGP), en la que se detallan, fotos incluidas, las visitas de los inspectores, las patologías que detectan y las medidas que se toman para arreglarlas. Sin embargo, es de acceso restringido y el Gobierno se niega a abrirla alegando «motivos de seguridad».

El derrumbe de un puente en Génova (Italia) en agosto pasado puso de actualidad la cuestión de la seguridad de las infraestructuras y de su mantenimiento, especialmente tras una grave crisis económica en la que se hundieron las inversiones en conservación. Mientras países como Alemania han hecho públicos estos datos, España los ha mantenido cerrados a cal y canto, lo que impedía conocer el estado de los puentes españoles y el resultado de las inspecciones que pasan periódicamente.