DEMOGRAFÍA
En León se va más gente de la que llega
La provincia pierde hasta julio población, una sangría que no logra frenar la inmigración
La sangría demográfica en León no cesa. Tras las malas cifras desveladas esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre saldo vegetativo, según las cuales en la provincia la diferencia entre muertes y nacimientos fue de -1998 personas, esta mañana ha publicado nuevos datos. Según estos, los que se van, el saldo migratorio exterior (los empadronados que salieron a otros países frente a los que entraron) es de 329 personas, 75 más que el año pasado. Con respecto a la saldo migratorio interior, la cifra también es negativa: -666 personas frente a los -511 del 2017
La Comunidad perdió entre el 1 de enero y el 1 de julio de 2018 un total de 7.737 habitantes, el 0,32%, el mayor descenso junto a Asturias, con un repunte del saldo de inmigrantes de 2.522 personas que no ha servido para frenar ni el mayor número de muertes que de nacimientos ni la marcha a otras autonomías.
Según los datos provisionales publicados hoy por el INE, el crecimiento vegetativo, esto es muertes menos nacimientos, fue negativo en Castilla y León en ese primer semestre, con 7.857 muertes más que nacimientos; fue positivo el saldo migratorio, en esas 2.522 personas más que llegaron de otros países que las que se fueron, y fue de nuevo negativo en el saldo migratorio interior.
En concreto, entre el 1 de enero y el 1 de julio fueron 2.344 los empadronados en Castilla y León que se marcharon a otras autonomías que los que llegaron.
Castilla y León presentó el segundo saldo migratorio interior más negativo, con ese dato de -2.344, sólo superado por los -3.086 de Andalucía, en un semestre en el que el saldo entre autonomías fue positivo en ocho autonomías y negativo en el resto.
El saldo migratorio exterior fue positivo en todas las autonomías, con hasta 33.125 personas en Cataluña y 29.037 en Madrid, y Castilla y León registró el décimo mejor dato.
En el conjunto nacional, el aumento de la inmigración registrado en España en el primer semestre de este año ha servido para compensar el descenso demográfico que se ha producido en esos seis meses por la caída de los nacimientos y el incremento de las muertes. Así, entre enero y junio, el saldo migratorio (llegadas menos salidas) fue de 121.564 personas, suficientes para compensar la caída demográfica (nacimientos menos muertes) de 46.273 personas registrada en ese periodo, con lo que la población española ha aumentado en 74.591 personas hasta los 46,7 millones de residentes, según cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En cuanto al saldo migratorio exterior, Castilla y León revierte en el primer semestre del 2018 el dato negativo del mismo periodo del año anterior, cuando fueron 1.053 más los empadronados que la Comunidad que salieron a otros países que los que entraron. Por provincias, en el primer semestre del año, Ávila ganó 210 inmigrantes, frente a los 24 que perdió en el mismo periodo del 2017; Burgos 399 (-7); León 329 (-75); Palencia 209 (+79); Salamanca 464 (-92); Segovia 234 (-23); Soria 83 (+103); Valladolid 529 (-962) y Zamora 71 (-52).
En cuanto al saldo migratorio interior, también es mejor que el del primer semestre del 2017, en el que Castilla y León anotó un dato negativo de -3.444 personas más que fueron a otras autonomías que vinieron a la Comunidad. Por provincias, en el primer semestre del año, el saldo migratorio interior fue de -317 en Ávila (-556); Burgos -137 (-459); León -666 (-511), Palencia -149 (-250); Salamanca -286 (-464); Segovia -271 (-370); Soria -77 (-119); Valladolid -38 (-216) y Zamora -403 (-499).
A estos datos hay que sumar los del saldo vegetativo, esto es muertes menos nacimientos, conocido el pasado martes, que fue negativo en todas las provincias, con -634 en Ávila, -910 en Burgos; -1.998 en León; -674 en Palencia; -1.043 en Salamanca; -385 en Segovia; -325 en Soria; -889 en Valladolid y -999 en Zamora.