Diario de León

SE INVIERTE LA TENDENCIA

El número de fumadores ya supera al registrado antes de la ley antitabaco

La proporción de adultos consumidores era del 31,8% en 2005 y hoy del 34%, según la Asociación Contra el Cáncer

El programa para dejar de fumar de la AECC en León atrae cada año a doscientas personas.

El programa para dejar de fumar de la AECC en León atrae cada año a doscientas personas.

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PILAR INFIESTA | REDACCIÓN
León

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«El poder de la nicotina, su enganche, es más potente que el de cualquier otro opiáceo y es responsable de uno de cada cuatro cánceres». Por eso al psicólogo José Antonio Pérez de Abajo, que lleva 24 años impartiendo los cursos de deshabituación al tabaco para la Asociación Española Contra el Cáncer en León (AECC), le sorprende comprobar que el número de fumadores ya supera a los registrados en 2005, cuando entró en vigor la ley antitabaco.

La proporción de adultos (de 15 a 64 años) que afirman que consumían cigarrillos a diario hace trece años era del 31,8%, unos 125.000 leoneses. Hoy es de casi el 34%, un millar más, según los datos que maneja la organización. El impacto de la ley se concentró en el primer año, cuando la tasa bajó al 29,6%, tras prohibirse fumar en los lugares de trabajo. La medida afectaba de lleno a 67.200 personas. Pero eso fue todo, a pesar del endurecimiento de la normativa en 2010 prohibiendo fumar en los lugares públicos cerrados y de ocio.

«Parece mentira que con la información que se posee en la actualidad, que pone en la diana como principal causante de casi el 100% de los cánceres de pulmón al tabaco y en un elevadísimo porcentaje también el de boca y vejiga, el número de consumidores crezca», indica.

A su juicio, es clave controlar la publicidad del sector, aumentar más el precio de las cajetillas, endurecer de nuevo la ley y reforzar la prevención en colegios e institutos. También sabe, después de tratar a más de 2.600 fumadores en los últimos trece años, que «dejar de fumar no es relativamente difícil. Otra cosa es mantenerse». En 2005, tras las seis sesiones semanales de deshabituación tabáquica en la AECC, el 64,4% de los participantes dejó el tabaco. A los tres meses, se mantenían firmes un 61,5%; a los seis meses, un 46,8%; y al año, un 40,4%. Los porcentajes de éxito continúan más o menos igual, lo que «ha cambiado es el perfil del fumador», señala, «por una incorporación de jóvenes, que sitúan la edad de inicio en el consumo de tabaco en los 13,3 años, y porque muchas mujeres se han sumado y lo hacen de manera drástica».

El Gobierno central se plantea nuevas restricciones, entre ellas, vetar que se fume en los vehículos y en los hogares cuando haya menores presentes, algo que en realidad es muy complicado de controlar, ya que se trata de espacios privados. Francisco Rodríguez Lozano, presidente de la Red Europea para la Prevención del Tabaquismo, entiende que se deberían adoptar medidas que se han probado en otros países con éxito, como la prohibición de fumar en las playas y al volante.

Desde el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo se pide analizar en qué segmentos de la población ha aumentado más la prevalencia e ir añadiendo medidas en la lucha contra el tabaco. Consideran que es como montar en bicicleta, si se deja de pedalear, uno acaba cayéndose.

A la vista de los datos, la ley ha conseguido que haya menos humo en los lugares públicos y centros de trabajo, lo que redunda en espacios más saludables, pero no ha logrado mermar el número de fumadores. Los jóvenes no suelen acudir a los cursos para dejar ese hábito, «porque están en su plenitud, se sienten bien y no llegan a ver que pueden desarrollar un tumor», explica Pérez de Abajo. El mayor rango de población que acude al programa de deshabituación tabáquica es el de 40 a 60 años. Las enfermedades derivadas de ese consumo siguen siendo rentables para el Estado, ya que se calcula que las arcas nacionales ingresan mil millones más por los impuestos del tabaco que el gasto sanitario que generan los fumadores. El presidente de la AECC en León, Serafín de Abajo, señala que «con prevención, el 50% de los cánceres no aparecerían». Se refiere a todos los relacionados con el tabaco, con la obesidad, la mala alimentación y el sedentarismo. El otro 50% se combate con investigación.

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