EL AVANCE DE LA REURBANIZACIÓN FERROVIARIA
León encara el último año de obras de integración del AVE
Queda por hacer el vaciado, la urbanización y la ejecución de vías
No fue en agosto de 2018, como marcaba el calendario de dos años previsto desde la firma del acta de replanteo de las obras en agosto de 2016. Ni será tampoco a finales de este año, como aventuró el anterior ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, cuando comenzaron de manera efectiva los trabajos en febrero de 2017. Como pronto, la finalización de la integración del AVE se emplaza ya para finales de 2019. No hay pronóstico más optimista, pese al avance de las máquinas que ya tienen casi ultimada por completo la losa bajo la que discurrirán los trenes de alta velocidad en su tránsito hacia Asturias.
La consecución de este hito permitirá que a primeros de año puedan comenzar los trabajos del vaciado de tierras. Las máquinas tendrán que sacar los materiales que hay debajo de la losa y entre los muros pantalla de los laterales, hundidos en el terreno a más de 14 metros de profundidad. El avance no será tan rápido como se ha visto en superficie. Por debajo, la mecánica de los trabajos hará que apenas se pueda avanzar a un ritmo de entre 10 y 15 metros cada semana por cada uno de los extremos, lo que supone entre 20 y 30 metros en total, dado que se necesita dejar que fragüe la solera de hormigón antes de poder avanzar con la maquinaria para extraer más áridos del subsuelo. Esta media de progresión debe fijarse sobre una superficie de soterramiento completo de 585 metros, a los que hay que sumar los tramos de rampa para completar los 1,14 kilómetros de la integración ferroviaria.
No habrá obstáculo para que en paralelo se ejecute la urbanización, que se prevé que esté lista ya en verano. Pero sí que deberá completarse el vaciado y la colocación de vía para que se pueda desarrollar el contrato recién adjudicado de instalaciones, seguridad, catenaria y el enlace ferroviario. Como pronto, dentro de un año.