Diario de León

MARTÍN MUÑOZ | EXINTENDENTE JEFE DE LA POLICÍA LOCAL DE LEÓN

«Llevé un gran disgusto con Raquel Gago, nadie sabe cuál fue su papel»

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

A. CABALLERO | M. A. ZAMORA | LEÓN

Después de 30 años de trabajo abandona el cargo. La labor, no del todo. «Hasta después de Navidades, pensaré que estoy de vacaciones». A Martín Muñoz le llegó la hora de la jubilación.

—¿Cómo ha sido el día después?

—Bueno, todavía no me he habituado del todo. Tengo planes pendientes y ya veremos. No es algo que haya ocurrido de pronto.

—¿Hubiera seguido más tiempo?

—No me sentía agotado, tenía ideas y he estado trabajando en proyectos para la ciudad hasta el último día.

—¿Necesitaba el cuerpo de Policía Local un refresco?

—Absolutamente. Las nuevas generaciones vienen bien preparadas y seguro que quien me releve tendrá la capacitación.

—¿Cómo ha sido su vida profesional en estos treinta años?

—Yo en realidad empecé en la Guardia Civil. Fui el número 1 de mi promoción, me destinaron a Valladolid y llegué a León con 24 años. Aquí hice Graduado Social y Derecho. Estuve trece años y preparando judicaturas surgió la posibilidad de presentarme a Oficial Segundo Jefe de la Policía y la saqué.

—Debutó con el caso de las multas de la grúa que faltaba dinero y parecía que se perdonaban...

—Luego se demostró que no era cierto. Había 38 vehículos implicados y la mitad eran de periodistas que estaban trabajando y el resto de vehículos camuflados de la Guardia Civil.

—La etapa de los Morano Boys ¿era otro mundo?

—Era un cuerpo que se estaba transformando. Había que trasladar procedimientos de la Guardia Civil a la policía.

—¿Faltaba jerarquización?

Faltaba más bien especialización. Había quien añoraba la etapa de los ‘Morano Boys’ pero el nivel de trabajo ha sido superior a aquella época.

—¿Tenían barra libre?

Eran otros tiempos. Cuando se llevaba a una persona ebria al Hospital, no la atendían porque no era un enfermo. Había que llevar a los afectados a un lugar tranquilo...

—¿A los pinos?

...no, a Papalaguinda o a donde fuera. Hoy eso es impensable. Con los menores era lo mismo, no había dónde los recogieran y pasaban la noche en la Inspección de Guardia de la Policía Local.

—Lo mismo que ha ocurrido con la Brigada Especial ¿ocurrió con Paidos o Grupo de la Mujer?

—Cuando empezamos con el tema de mujeres, había en toda España 75 protegidas. Nosotros tuvimos en seis meses 36 mujeres. Ahora mismo hay 280.

—¿Cuál sería la próxima especialización necesaria? ¿Hay plantilla para acometerla?

—Todas las policías locales van a quedar en una situación delicada en todo el país. Hay que suplirlo con ganas de trabajar y vocación de servicio. El futuro de la Policía Local pasa por especializarse en delitos de nuevas tecnologías.

—¿Qué ocurrió con la sala conjunta del 091?

—Alguien entendió que la coordinación se hacía mejor de otra manera y dejó de funcionar.

—¿Qué casos le han quedado marcados?

—No me acostumbro nunca a los suicidios, porque detrás de cada caso hay un drama personal. También las muertes de policías locales, cuando hemos tenido accidentes de tráfico.

—¿Cuáles son las denuncias más raras que ha recibido?

—Me acuerdo del día que descubrimos a un individuo ebrio en La Condesa durmiendo al lado de una pitón de tres metros. Y luego también me acuerdo de cómo descubrimos al autor de la rotura de las vidrieras de la catedral.

—¿Y llamadas que haya recibido?

—Recuerdo la del crimen de Isabel Carrasco. Pensé que era mentira, porque en Astorga había inspector jefe, no comisario y no les creí cuando me dijeron que habían detenido a la esposa y la hija del comisario.

—¿Con Raquel Gago se llevó un disgusto?

—Me llamaste a las ocho de la mañana porque habíais publicado que el arma la tenía una policía local. Nadie sabía nada. De repente un inspector me dice: «Jefe, Raquel Gago ha venido a las siete de la mañana a verte y quiere hablar contigo». En ese momento dije: «Más claro, agua». Me llevé un gran disgusto. Nadie entiende el papel de Raquel. Los hechos y son irrefutables, están ahí. Pero ¿qué pintaba esta mujer allí? Es inexplicable su actuación posterior.

—¿Cuál es su teoría sobre lo que pasó?

…. yo no lo sé. Creo que con las pruebas, el tribunal fue justo. Todos tenemos teorías sobre su inocencia o culpabilidad pero nadie sabe cuál fue su papel. No tengo teoría subjetiva, no alcanzo a ello. No hubo desmentidos tajantes ni enfrentamientos entre ellas en el juicio. Pienso que la defensa de Raquel no fue buena.

—¿Hasta cierto punto, cree que Raquel es inocente?

No, puedo saberlo. Lo que creo es que las pruebas que se pusieron delante del tribunal no daban otra opción. La versión que ella me da en un primer momento es endeble. Eso no quiere decir que no fuera real. Lo que aportaba era muy endeble. Le habían entregado un bolso a los cinco minutos de un crimen y no lo vio hasta tres días después... . Yo quería que hubiera constatación de la independencia de la Policía Local y así me lo tomé. Yo era jefe de la Policía Local, pero había convivido mucho tiempo con ella.

tracking