La cifra de pasajeros crece cerca del 90% en cinco años tras caer en picado

Asun G. Puente | león

La larga y agónica crisis económica hizo caer en picado el número de pasajeros en el aeropuerto de León, un descenso empujado por la recortada o desaparecida oferta de vuelos por parte de las compañías y la creciente competencia del AVE a Madrid. El punto de inflexión se produjo en 2013 cuando perdió 20.000 pasajeros respecto al año anterior. A partir de ese momento las estadísticas fueron aún peor, con ligeros repuntes. Por fin, en 2017 comenzó la remontada, el ascenso siguió este año y ahora cerrará el ejercicio con casi 60.000 pasajeros, prácticamente un 90% más que hace cinco años.

La mejora de la economía, una oferta de vuelos estabilizada, aunque sigue precisando ayudas públicas a través del contrato de promoción que oferta cada año el consorcio, y las rutas del Club de los 60, vuelos del Imserso y frecuentes destinos chárter explican la remontada.

Según las estadísticas de Aena, en los once meses ya transcurridos de 2018, la cifra de usuarios del aeropuerto de León ha subido un 27% respecto al mismo periodo de tiempo del año anterior. Mientras, el número de operaciones ha aumentado un 17%, con un total de 2.456 vuelos sumados hasta el 30 de noviembre.

Los aeropuertos de la Comunidad no crecerán este año de forma tan destacada. Villanubla, el aeropuerto de Valladolid, sobrepasará ligeramente el 10% de aumento en su cifra de usuarios y en Matacán (Salamanca), sin embargo, la caída estará próxima al 3%. Burgos supone la excepción y su alza cerrará 2018 por encima del 65%.

En el caso del aeropuerto leonés, con un único vuelo regular durante todo el año (destino a Barcelona cinco días a la semana con viaje de ida y vuelta en cada una de estas jornadas), cada avión operado por Air Nostrum —compañía con la que el consorcio mantiene el contrato de promoción— cuenta con entre 1.200 y 1.500 euros de dinero público, a razón de 30 por pasajero, aproximadamente, de los algo más de 1,1 millones de euros que este organismo dedica anualmente a mantener vivo el enclave aéreo.

Los vuelos fletados por la Junta para los viajeros leoneses del Club de los 60 y los del Imserso han sumado usuarios a la pista de La Virgen del Camino, aunque la recuperación de usuarios es evidente, la estadística está aún muy lejos de la época dorada del aeropuerto, cuando en 2007 alcanzó los 161.705 usuarios. Y lejos, mucho, de llegar a la capacidad tope que permite su flamante terminal: un millón de pasajeros al año.

El contrato que el consorcio mantiene con el consorcio con Air Nostrum permite contar con la ruta a Barcelona durante todo el año y sumar en verano otros cinco destinos: Mallorca, Menorca, Ibiza, Málaga y Las Palmas de Gran Canaria. Esta operativa en su conjunto permite contabilizar al año 606 vuelos y contar con 40.000 plazas.

La competencia de los cercanos aeropuertos del noroeste y la cornisa cantábrica, la del AVE a Madrid y las nuevas fórmulas de viaje del siglo XXI cercenan el crecimiento de la pista leonesa, donde las compañías no se plantean rutas al considerar León un destino poco atractivo y deficitario.

De momento, las ayudas del consorcio mantienen vivo el aeropuerto, aunque el futuro dibuja un horizonte incierto por la necesidad de más fondos.