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EL MISTERIO DEL TEMPLO

UPL lleva a las Cortes el caso del cadáver que apareció en la Catedral en busca de datos

Luis Mariano Santos cree que la sociedad leonesa debe saber por qué se ocultó su aparición.

Excavación en la cripta norte de la Catedral, que desenterró el cadáver. DL

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León

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El procurador en las Cortes de Castilla y León, el leonesista Luis Mariano Santos, preguntará por la aparición, en 1990, de un cadáver oculto, en la cripta norte de la Catedral de León.

Según indica, tras las diferentes versiones aportadas por los trabajadores, el cabildo, el arqueólogo, el servicio Territorial de Cultura de la Junta en León y la Delegación Territorial de Cultura, entre otros, «en las que unos afirmaban conocer la historia y otros no», el procurador de UPL ha decidido poner de relieve la situación preguntando directamente a la consejería.

Veintiocho años después de su aparición, el «muerto de la Catedral, sobre el que aparentemente no existe informe, sigue siendo todo un misterio», señala. Por ello, UPL ha presentado varias preguntas en las Cortes esperando una respuesta concluyente de la Consejería de Cultura y Turismo, que determine quién financió las obras de la excavación en la cripta, quién era el arqueólogo encargado de la dirección y seguimiento de la misma, dónde se encuentra el informe o memoria redactado por el profesional encargado, así como los datos e información relacionada con la aparición del cadáver que posee la Junta de Castilla y León.

El procurador considera que la sociedad leonesa «debe saber qué ocurrió con ese ciudadano, cuáles fueron las circunstancias que le hicieron llegar allí, o por lo menos por qué se ocultó su aparición».

También insiste en que desde UPL «creemos que es necesario esclarecer un tema cuyo ocultismo permite que se especule con una situación que no parece la más transparente». Los leonesistas exigirán a la Junta de Castilla y León que las respuestas y las soluciones no se demoren más, máxime cuando en palabras del arqueólogo, «se hallaron restos humanos esqueletizados sin ningún tipo de trascendencia o interés arqueológico debido al contexto de su aparición». Lo que, a juicio de UPL, confirma su existencia y la ocultación del muerto en el lugar donde los romanos construyeron sus termas y que acabó siendo una zona misteriosa.

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