INFRAESTRUCTURAS
Cinco estructuras leonesas frente al aluvión de inversiones en Cataluña
La mejora de conexiones ferroviarias y por carretera, pendientes del presupuesto en Fomento
Hasta cinco estructuras pendientes de reforma o ejecución en León aguardan turno en 2019 ante el planteamiento presupuestario del Gobierno, que planea destinar el 18% de la inversión al extremo noreste de España. El temor de otros territorios a un efecto devastador para la obra pública por la cuantía inversora prevista para Cataluña se extiende por la provincia leonesa, de norte a sur, por ferrocarril y en carretera, y en vía de alta capacidad.
La primera alteración resulta difícil de disimular en torno al avance de la obra de la Variante de Pajares, por si la inyección económica prevista para Cataluña permite sostener el ritmo inversor que se exige en los próximos doce meses y cumplir, así, con la promesa gubernamental de hacer posible el paso del tren por el túnel a lo largo de 2020; la cuantía necesaria para rematar la estructura que permitirá la conexión de alta velocidad entre León y Asturias no es minúscula; toda la actuación pendiente supone, al menos, una inyección económica superior a los trescientos millones de euros. En este cuadrante se comparte el temor que otros territorios expresan ante un letargo en la evolución de las obras de los corredores ferroviarios pendientes aún de ejecutar, y de disponer de una dotación presupuestaria que acompañe el avance de las obras.
Al enlace de la alta velocidad entre León y Asturias ha recibido un respaldo contundente en los últimos meses en el Boletín Oficial de Estado, con licitaciones y adjudicaciones referentes a los tramos entre León y La Robla, así como para la extensión de vía en el interior de las galerías; falta por determinar con cuánto dinero se apuntala la celeridad de la intervención.
De norte a sur, también emerge en estas intervenciones en lista de espera la renovación de firme de la A-66, ejemplo extraordinario en el último año de que sin dotación presupuestaria no habrá avances en una obra pública. La primera fase de renovación de la autovía se refiere a su plataforma izquierda, anclada en siete kilómetros de un trazado de 53; la segunda, acaba de registrar el primer paso, con la licitación de la actuación por diez millones de euros y un plazo de ejecución superior a los tres años.
El desarrollo de la autovía entre Ponferrada y Orense, una de las estructuras más demandadas para el desarrollo del oeste del territorio, mantiene también la incertidumbre ante la predilección inversora del Gobierno hacia el ala este de la península; con el agravante de que la conexión de alta prestación no ha pasado aún del papel a la obra.
En medio de esas referencias de mejoras estructurales para la arteria con más circulación entre las que atraviesan la provincia, resultan relevantes las dos rotondas pendientes sobre el trazado de la carretera Nacional 120; las mejoras de las intersecciones actuales con la construcción de dos glorietas en los enlaces con Trobajo del Camino y Montejos (en Valverde de la Virgen) resultan elementales para la fluidez de treinta mil vehículos que a diario transitan por la zona; las dos estructuras son una promesa recurrente y reciente para los responsables de la administración que fijaron para el año 2019 su ejecución.