El bracero de Jesús que será pregonero
Nombran a Héctor Suárez pregonero de la Semana Santa. Cree que «no es un centro de organización de cabalgatas que hay que vender»
Procedente de una saga de papones que se remonta al siglo XIX, el doctor en Filosofía y Letras y musicólogo, Héctor Luis Suárez Pérez, tomó ayer el testigo como pregonero de la Semana Santa leonesa este 2019 de manos de su antecesor, Javier Fernández Zardón. «Antes que español, bracero de Jesús», bromeó este convencido de las tradiciones, cuya familia hunde sus raíces en las cofradías de Angustias, Minerva y Jesús Nazareno, pues, para él, el añadido de «Dulce» Nombre «evoca a una panificadora».
Suárez reconoce que León posee «una de las mejores Semana Santas de España, reflejo de una tradición viva en la provincia, aunque la gente recién llegada en los ochenta, gente de aluvión inevitable, ha generado unas expectativas muy globalizadas». Cree también que lo que llama la atención de las procesiones de León «es lo genuino, lo diferente que no se ve en Sevilla o Málaga, y que aprecian más los de fuera». No obstante, considera que es innecesario conjugar el turismo, lo confesional y lo tradicional.
NO SON CABALGATAS
Opina que la Semana Santa no «es un centro de organización de cabalgatas confesional que hay que vender», y que lo turístico «no puede estar por encima de lo confesional». Reflexiones muy ligadas a sus investigaciones sobre la religiosidad popular en España y en la provincia de León. «El tema del turismo es un aspecto importante para vender, pero si se antepone al hecho religioso y a éste, la tiranía organizativa de las cofradías, y a ella a su vez, la falta de organización cívico-social de las instituciones, pues no funciona».
El truco, a su juicio, «es no intentar conjugar los tres aspectos». El acto de nombramiento oficial como pregonero se desarrolló ayer en el Palacio del Conde Luna, presidido por el presidente de la La Junta Mayor de Semana Santa, Manuel Ángel Fernández. También acudió el concejal de Seguridad, Fernando Salguero.
Suárez combina desde hace 32 años estancias de dos días a la semana en León, Ponferrada y Madrid. Ironiza que ha sido «una locura» designarle como pregonero, aunque le enorgullece que se acuerden de él y que haya sido propuesto por la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y el Silencio, que fundó. Cofradía a la que donó la placa de Valdrefresno que ayer le dio por sorpresa el concejal de Cultura, Gabriel Díez, en agradecimiento por su apoyo a la Sobarriba.