La Universidad activa su protocolo contra el acoso por un conflicto laboral

El protocolo aprobado por la Universidad de León para actuar frente a todo tipo de acoso ya ha sido activado y tal y como explica el Defensor de la Comunidad Universitaria, Paulino Pardo, «resolvió satisfactoriamente» el conflicto ya que logró «zanjar» un posible caso antes de que se desarrollara. El protocolo fue activado por un trabajador, que acudió a la Defensoría para informar de que «existía un conflicto con un superior y que quería que se aplicara el reglamento», explicó Pardo.

Tras estudiar en profundidad el caso, desde la oficina del Defensor de la Comunidad Universitaria se decidió activar el protocolo —que había sido aprobado en diciembre de 2017 y entró en vigor en enero de 2018— y contactar con una psicóloga que actuó como mediadora entre ambas partes y ofreció «a los dos trabajadores herramientas para que aplicasen en su relación y mejorasen la convivencia en el entorno laboral».

«Ahora los dos trabajadores están relativamente satisfechos en el trabajo y apuntan que se han conseguido mejorar conductas», resume Paulino Pardo, quien explica que el caso estuvo abierto durante más de medio año y que uno de los principales objetivos que se abordó en este caso concreto fue «intentar mejorar la relación en el entorno de trabajo y el compromiso de ambas partes, que cumplieron, logró que se zanjara cualquier tipo de problemática».

El Defensor de la Comunidad Universitaria incide en que el protocolo, que busca prevenir cualquier tipo de acoso en el ámbito de la Universidad de León está abierto a cualquier miembro de la comunidad y a cualquier tipo de jerarquía entre los implicados, ya sean alumnos, profesores o miembros del PAS.

ALUMNOS CON DISCAPACIDAD

La Defensoría trabaja actualmente en la elaboración de un nuevo protocolo, en este caso para los alumnos con discapacidad o necesidades educativas especiales que cursan sus estudios en la Universidad de León. «Se trata de ordenar la actividad que ya se lleva a cabo y que se establezca una especie de obligación a la propia Universidad de León y a su profesorado y que a su vez se les compense para facilitar materiales, herramientas, cambios de horarios o de exámenes a los alumnos que lo precisen», explica Paulino Pardo, quien añade que aunque el nuevo protocolo aún es «un borrador» —está previsto que se presente a finales de este curso el objetivo es incluir la figura del acompañante o tutores especiales para que acompañen a estos alumnos en caso de que lo precisen o les sirvan de apoyo. Otra de las líneas en las que se trabaja es en dar más empaque a la Unidad de Igualdad que recientemente también ha creado la Universidad de León.