normas ante accidentes
Multas y puntos a más de noventa
Las carreteras convencionales de León se ponen al día de la nueva limitación de velocidad con 115 señales y 22.243 euros.
Responsables del Gobierno y Tráfico en León ante el cambio de señalización, ayer en la N-630 en Onzonilla. RAMIRO
La Dirección General de Tráfico espera reducir un diez por ciento anual los muertos en accidentes en las carreteras convencionales —las que no tienen separación entre los sentidos de circulación— con la reducción de 100 a 90 kilómetros por hora del límite máximo de velocidad; la norma entra hoy en vigor y afectará a más de medio millar de kilómetros de la red de estatal en la provincia, según datos aportados ayer por el Gobierno. El subdelegado del Gobierno en la provincia leonesa, Faustino Sánchez, acudió ayer a la sustitución de la última señal, y trasladó un mensaje de confianza en que esta normativa contribuya a rebajar la siniestralidad en las carreteras convencionales. En León, el 70% de los accidentes se produjeron en el último año en este tipo de vías.
Para adaptar la red de carreteras a esta rebaja en los límites de velocidad, los operarios han tenido que modificar 115 señales verticales en las carreteras que atraviesan el territorio leonés (el modo de adaptación fue el cambio de señal, aunque en otras provincias se ha optado por adherir pegatinas con el nuevo límite, según matizó ayer la representación gubernamental). La factura del relevo en León asciende a 22.243 euros. Tráfico aclara que los camiones de más de tres toneladas y media tendrán el límite en 80 en estas carreteras convencionales, pero los autocares «por la baja siniestralidad y por los buenos resultados que están dando van a poder ir a 90» con lo que «por primera vez se ponen al mismo nivel de velocidad máxima que automóviles y motocicletas», según expresó el director general de la DGT en la explicación de matices que conlleva el recorte.
El decreto fija en un máximo de 80 kilómetros por hora la velocidad en las carreteras convencionales para camiones, tractocamiones, furgonetas, autocaravanas con un masa máxima autorizada superior a 3.500 kilos, vehículos articulados y automóviles con remolque.
Las asociaciones de víctimas han acogido bien que el Gobierno se atreviera por fin a adoptar esa medida, que para las autoescuelas debe ir acompañada de un aumento de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y para los automovilistas de más inversión en las carreteras.
Desde este martes sobrepasar los 90 kilómetros en la red secundaria costará dinero y puntos. Desde 100 a 600 euros puede ser la multa, y de 2 a 6 puntos los que se retiren del carné por pisar el acelerador más de lo debido por encima de los nuevos límites.
La última vez que se aplicó una rebaja general en los límites de velocidad fue en 2011, cuando el Gobierno de Zapatero decidió limitar las autovías y autopistas a 110 kilómetros por hora con el fin de reducir el consumo energético. Fue una medida temporal; esta vez, la reforma tiene una vocación duradera.
