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SUCESOS

«Lo maté yo, pero no recuerdo cómo lo hice; me di un golpe en la cabeza»

El autor del crimen de Mariano Andrés reconoce los hechos y pide bajar a 15 años su condena.

El acusado, a su llegada a la Audiencia Provincial. MARCIANO PÉREZ

León

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El autor del crimen de Mariano Andrés reconoció ayer la autoría de los hechos pero aseguró que no recuerda lo sucedido: «Sé que lo maté yo, porque hay muchas pruebas, pero no recuerdo cómo lo hice. Me acuerdo de que salimos de fiesta y me caí por una escalera. Me di un golpe en la cabeza que me provocó esta cicatriz que tengo en la frente y del resto ya no me acuerdo. Parece ser que hay imágenes grabadas y que se ve que fue alguien muy parecido a mí, así que tuve que ser yo», aseguró en el breve interrogatorio que cerró la primera de las cuatro sesiones de que consta el juicio, que se sigue por el sistema del Tribunal del Jurado.

El sospechoso es un joven con esquizofrenia —razón por la que se protege su imagen en la fotografía adjunta— que residía en un inmueble tutelado por Alfaem en la época del crimen. El 13 agosto de 2017 salió de fiesta con el compañero de piso que tenía en aquel momento. Estuvieron en un establecimiento tomando unas copas y salieron a la calle. Cuando quisieron volver a entrar, el portero les impidió el acceso. El autor del asesinato se había caído previamente por las escaleras del local y había sufrido un fuerte golpe en la frente, que le provocó una herida sangrante.

«De ahí en adelante no recuerdo nada», contestó el acusado a preguntas del Ministerio Fiscal. «Sólo sé que desperté por la mañana en el piso y que tenía la ropa llena de sangre. La Policía dice que era suya» (dijo en referencia a la víctima) así que tengo que haber sido yo, pero no me acuerdo de nada», explicó.

Fue de boca del representante de la Fiscalía como se conoció que hay grabaciones de una tienda cercana en las que se aprecia cómo ocurrieron los hechos: «Lo consideramos asesinato y no homicidio porque la víctima no tuvo ocasión de defenderse. El fallecido cae al suelo tras la primera agresión y ya no se levanta». Recibió tres navajazos, dos de ellos mortales por la zona en la que se produjeron (el corazón y el abdomen). Discutieron de forma súbita por un asunto de dinero y el agresor atacó de forma súbita al ofendido. «No había evidencias de que hubiese opuesto resistencia y fue tal la violencia con la que se empleó el procesado que una pareja que pasaba por el lugar de los hechos no se atrevió a parar a socorrer al herido por miedo». Declarará también un taxista que se encontraba en la zona en el momento del ataque y que fue testigo de parte de lo ocurrido.

PACTO EN CIERNES

El Ministerio Público propone una pena de 20 años de prisión para el sospechoso, pero según explicó la letrada defensora, se ha alcanzado ya un pacto para rebajar la pena a quince años de prisión. «No cabe aplicar atenuantes o eximentes por su enfermedad, porque hasta dos informes forenses han determinado que es plenamente imputable, sabía lo que hacía», explicó el fiscal a los once miembros del jurado en el alegato inicial con el que comenzó el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial.

Además de la pena de prisión que previsiblemente se consensuará, también se añade una indemnización de 10.000 euros para dos familiares cercanos al fallecido, por los daños morales sufridos.

Habida cuenta de que la pena que se propone excede los seis años de cárcel, no cabe un acuerdo de conformidad «que incluso hubiera evitado el juicio», explicó el fiscal. No obstante, de facto, la vista se reducirá a lo imprescindible para cumplir con la ley que regula los juicios con jurado popular.