Los profesores exigen a la Junta que les rebaje dos horas las clases que tienen que dar

Los sindicatos Stele y Csif exigen a la Consejería de Educación la negociación «inmediata» de la reducción del horario lectivo de los docentes a un máximo de 23 horas lectivas en Infantil, Primaria y Educación Especial, y 18 horas en Secundaria y otros cuerpos, tras aprobar el Congreso de los Diputados el jueves «una nueva norma que recomienda que sean esas las horas lectivas máximas». «El Congreso da luz verde a la reducción del horario lectivo, dejándolo la regulación en manos de las comunidades autónomas, y renunciando así a una homologación de esos horarios en toda España», critican desde Csif, desde donde lamentan que, una vez más, y por razones «totalmente partidistas», el Congreso haya rechazado una enmienda aprobada en el Senado en el que se pedía la fijación de ese horario lectivo a nivel nacional.

Por su parte, Stele reclama, desde el curso 2017/18 «y una vez que el Gobierno había anunciado a bombo y platillo el fin de la mal llamada crisis», negociar las condiciones laborales del profesorado con la vuelta a la jornada de 35 horas y la recuperación del horario lectivo negociado en el acuerdo de mejora las condiciones laborales y profesionales del personal docente en la Comunidad. El sindicato docente también demanda la adecuación de las retribuciones del profesorado de enseñanza pública no universitaria de Castilla y León, para equiparlas a las que perciben en una mayoría de los territorios de España.

REORTES DESDE 2012

«Es muy sangrante para el profesorado que cuando se aumentó la carga lectiva, se hiciera de manera tajante y general para toda España, y ahora, para su recuperación, tengamos que esperar la voluntad de cada una de las comunidades, por la ineficacia del ministerio y el partidismo de los políticos», especifican desde Csif, desde donde han remitido una carta a la Consejería de Educación para iniciar las negociaciones y conseguir rebajar el horario de clases.

Ambos sindicatos recuerdan que el decreto de recortes de 2012, que «significó un ataque a las condiciones laborales del profesorado», implicó el aumento del horario lectivo —a 25 horas en Primaria e Infantil y a 20 horas en Secundaria y resto de cuerpos—, elevó las ratios (el número de alumnos por cada profesor) y prolongó las sustituciones de las bajas hasta no pasados diez días lectivos. «Este ataque a las condiciones laborales tuvo consecuencias nefastas para nuestro sistema educativo: pérdida de docentes en los centros educativos, aulas masificadas y sobrecarga en la labor docente», denuncian desde Csif, mientras que desde Stele inciden en que es «muy difícil» atender a la diversidad del alumnado y a la individualidad de cada uno con más horas lectivas y más estudiantes.

Desde Csif insisten en criticar que no se haya alcanzando el acuerdo para conseguir que los docentes de todo el país tengan la misma carga lectiva y que la situación vuelva a quedar en manos de las autonomías.