LUZ VERDE A UN PROGRAMA DE CONTROL
La Diputación lanza una ofensiva para fiscalizar cómo se gastan sus subvenciones
El primer Plan Anual de Control Financiero se hará por sorteo entre ayuntamientos, pedanías y entidades privadas .
El Palacio de los Guzmanes controlará de forma exhaustiva ingresos y gastos para garantizar la correcta ejecución de su presupuesto. RAMIRO
Un análisis de riesgos determinará cada ejercicio a partir de ahora los focos de fiscalización del Plan Anual de Control Financiero, que hoy aprobará el Pleno de la Diputación. La institución provincial pone en marcha así esta iniciativa a la que está obligada por ley y que en 2019 tiene como objetivos todas las subvenciones concedidas a entidades locales durante 2015. Serán analizadas por sorteo una serie de ellas, a modo de muestreo de los 208 municipios de la provincia: los de menos de 20.000 habitantes que cada ejercicio reciben fondos de las arcas del Palacio de los Guzmanes. En el caso de los que gestionen dinero del Plan de Cooperación Municipal, los 208 mencionados, tendrán que pasar este control el 5% de ellos, ya que el número de beneficiados supera los 100. Y para las juntas vecinales, también incluidas en el trabajo de este año centrado en 2015, un 10% del total (recibieron subvenciones dentro del plan específico de pedanías alrededor de 250), al superar también los cien.
Tanto en los casos de los ayuntamientos como en el de las entidades locales menores deberán acreditar al detalle la inversión realizada con el dinero recibido desde la Diputación, plazos, destino, documentación... Precisamente, el análisis de riesgos previo para determinar estos controles, la institución provincial, a través de Intervención, ha estudiado la posibilidad de que «existan hechos o circunstancias» en la gestión de estos fondos a través de cuatro factores: generación de incumplimientos en la normativa aplicable, dudas respecto a la fiabilidad de la información financiera, existencia de recelos respecto a la eficacia y la eficiencia en la gestión o una «ausencia o indebida protección» de archivos provinciales, tal y como refleja el Plan Anual de Control Financiero elaborado por el interventor.
La iniciativa de vigilancia engloba actuaciones de control financiero de carácter permanente y de auditoría pública, y ambas incluirán el control de eficacia: verificación del grado de cumplimiento de los objetivos programados (coste y rendimiento de los servicios, de acuerdo a los principios que rigen el uso de los recursos públicos, es decir, eficiencia, estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera).
Al control financiero permanente debe someterse la propia Diputación, el Instituto Leonés de Cultura y los consorcios de Turismo y el del Aeropuerto. Además, de los beneficiarios de las subvenciones otorgadas por la institución provincial y el ILC. Será el plan anual el que determine las actuaciones de control concretas para cada ejercicio y todo con el objetivo de que la Diputación cuente con un modelo eficaz «que le asegure el control efectivo del 80% del presupuesto general consolidado del año». Un porcentaje que deberá llegar al 100% en los próximos tres ejercicios.
En los deberes que el interventor ha fijado también para este año se encuentran la supervisión de las subvenciones concedidas en 2015 a entes de naturaleza privada, en el caso de las nominativas un 10% de controles para los casos de justificación simplificada y un 2% con justificantes de gasto, y en las directas un 20% en concesión y un 10 y 2% respectivamente, al igual que el supuesto anterior, en justificación.
En los deberes, igualmente, expedientes de contratación de 2018: contratos menores de 300 euros, con el fin de comprobar si se ha fraccionado para evitar el procedimiento, y del resto por el mismo motivo. Habrá una selección en base al NIF del proveedor.
La lupa enfocará también al resto de contratos: un muestreo de 10% de los urgentes y sin publicidad. En las adjudicaciones de 2017 y 2018 analizarán especialmente las ofertas con baja temeraria.