fuerzas Y CUERPOS de seguridad
La UPR suma 11.000 intervenciones, un 12% más que en el último ejercicio
La unidad de la Policía Nacional en León es una de las más importantes a escala nacional.
La Unidad de Prevención y Reacción (UPR) del Cuerpo Nacional de Policía sumó más de 11.000 intervenciones en el último ejercicio, que supusieron un aumento del 12% en su actividad. En los últimos doce meses se dispusieron más de un millar de controles y 5.000 identificaciones. 2.00 de ellas a vehículos, de acuerdo a los datos oficiales.
Treinta efectivos (de los que veintidos son agentes) componen la unidad, que ha tomado parte en los dispositivos de seguridad de las marchas de la dignidad en 2014, partidos de la Champions League, en la visita de Barack Obama a España, la proclamación de Felipe VI, conciertos de Bruce Springsteen, final de la Copa del Rey Sevilla-FC Barcelona, operativo de dos meses por el refeferéndum de Cataluña y Operación de seguridad del Campo de Gibraltar o la final de la Copa Libertadores, entre otras.
«Es una unidad dedicada a prevenir hechos delictivos y reaccionar ante determinadas situaciones», explica el responsable, Marcelo Fernández. Hay un jefe, dos jefes de subgrupo, cinco jefes de equipo y 22 policías. Todos deben completar un curso antes de ingresar y conforman un escalón intermedio entre la Unidad de Intervención Policial) UIP y los Grupos Operativos de Respuesta (GOR).
En el contexto del empleo eficiente de los recursos pretendido por el Plan Estratégico del Cuerpo Nacional de Policía, y con la finalidad de mejorar los servicios que la Policía ofrece a la sociedad y el objetivo de potenciar la capacidad operativa de las Brigadas de Seguridad Ciudadana que por su problemática policial lo requieren, se despliegan las unidades de prevención y reacción que el catálogo de puestos de trabajo vigente establece, para afrontar, con garantías de éxito, los servicios y actividades policiales que precisan la implicación de unidades convenientemente adiestradas, adecuadamente estructuradas y dotadas de los medios necesarios.
En toda España hay 72 unidades de estas características que intervienen en alteraciones del orden público en 45 puntos del país. «Desde el año 2015, no hay un día normal porque estamos en alerta 4 antiterrorista», explica Marcelo. «Tenemos misiones y funciones que habitualmente no puede hacer el agente de a pie, no porque no sepan, sino porque nosotros tenemos medios como armas largas que son consideradas de guerra, o chalecos y material antidisturbios o kits de salvamento acuático».
Entrenamiento en piscina, defensa personal policial, técnicas para reducir a personas... la especialización de la UPR de León es notable. Dispone de vehículos propios. También trabaja con mapas criminógenos con los que atajar problemas «como el de la ola de robos en Eras de Renueva. Si no les pilas en fraganti, lo único que consigues es desplazar la delincuencia a otro sitio. Pero hacer cuatro meses que ya no hay casos en León. En La Coruña les están abrasando ahora».
Se trabaja con un plan de formación anual y se intercambian los datos con el resto de las UPRs del país. «Dependemos de Madrid y lo que le pasa a uno, se sabe en el resto de los grupos inmediatamente. Tenemos información incluso de UIP», lo cual permite montar dispositivos como las Patrullas Antiterroristas de Reacción (PAR), que consiste en sacar cuatro policías, arma larga, un escudo antibalas y participación en grandes concentraciones. La última vez se desplegó en Navidad como medida de prevención. «León tiene medios y personal para hacerlo. En otros sitios no se puede».
Los protocolos de actuación son standard. Estar en este tipo de unidades «requiere una formación permanente y mantener una forma física notable». No hay pruebas físicas como tal «pero el que no está al día sabe que se está jugando la vida. Trabajamos en equipo y eso afecta al que llevas al lado», asegura Fernández Cordero, que en los diez años que lleva al frente del grupo, ha acudido a prácticamente todos los operativos importantes del país. «Es complicado formar parte de este grupo y eso sube la calidad».
Para ingresar en la UPR es necesario formar parte de una unidad especial o de una unidad especializada. La movilidad es reducida porque León es un destino complicado de conseguir y cuando los agentes logran su plaza no la abandonan. «No se puede tener a nadie forzoso, el que quiere irse se va», asegura Marcelo Fernández. El sistema de formación es permanente.