Licencia para tirar la casa del cura

A la calle Herreros cuando no se le caen los edificios, como sucedió por abandono en el inmueble en el que había nacido el expresidente de la República Félix Gordón Ordás, se las tiran. La nueva baja en el inventario urbanístico se apunta con cargo a la casa del cura de la iglesia de Santa María del Camino o del Mercado, que será derribada en las próximas semanas después de que el Ayuntamiento de León haya dado permiso para llevar a cabo la demolición.

A pesar de que se anota en el Plan Especial de la Ciudad Antigua como protegida con nivel IV-A, lo que obliga a mantener las fachadas, cubiertas y elementos visibles desde el exterior, el consistorio, con el permiso de la comisión territorial de Patrimonio, ha autorizado la actuación, tras justificar los promotores que se da una «inadecuación de los espacios interiores actuales para el fin que se propone», así como que «el estado de la estructura existente llevaría a un coste desproporcionado para el edificio actual».

El permiso para el derribo de la fachada exterior se da con el añadido de la licencia para la reconstrucción del edificio, situado en el número 10 de la calle Herreros, frente a la iglesia, donde habitaba el histórico párroco del Mercado, Enrique García Centeno, hasta su fallecimiento hace ahora poco más de dos años, y donde además se ubicaban los salones parroquiales, que ahora se han trasladado a un piso de la cercana calle Mercado, a un lado de la iglesia.

El catálogo del Plan Especial de la Ciudad Antigua de León cita como valor de la casa su consideración como «ambiental de arquitectura popular», sin reseñar ningún elemento singular y con los únicos apuntes de que supera los 100 años de antigüedad, la fachada es de ladrillo visto, la estructura de vigas de madera y la cubierta de tejas de cerámica.

La intención de los responsables de la parroquia del Mercado es volver a levantar la edificación, con la misma altura de baja más dos plantas y volumetría que la actual, como marca el plan especial, para recuperarlo como centro parroquial con una organización interior de los espacios más acorde a las necesidades actuales, tanto para la labor pastoral como para las actividades vinculadas a la Semana Santa.

Pese a la concesión de la licencia de derribo, los técnicos, tanto del consistorio como de Patrimonio, advierten de que deberá contarse con seguimiento arqueológico por parte del arqueólogo Fernando Muñoz Villarejo durante las obras, no sólo de demolición sino también de construcción del nuevo edificio. La advertencia se apunta con arreglo a la previsión de que en la parcela de 212 metros cuadrados en la que se encuadra puedan aparecer restos de valor, dado que se encuentra donde se ubicaba el palacio de los Trastámara. Cualquier hallazgo tendrá que entregarse al Museo de León.