Servicios Sociales atendió a 1.500 usuarios, casi la mitad por alimentos

Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de San Andrés atendieron el año pasado a 1.467 usuarios, casi la mitad de ellos (673) por alimentos. Según la memoria de 2018 de este área, se valoraron 304 prestaciones de dependencia y se gestionaron otras 36 relacionadas con los cuidados en el entorno familiar. El centro de día acogió a 28 vecinos y los centros residenciales a otros 12.

El programa de vida activa logró poner en marcha siete aulas de memoria repartidas en diversas zonas del municipio, a las que acudieron 140 participantes. También se ofrecieron tres grupos de psico-motricidad con 36 usuarios, un grupo de relajación en Trobajo con 16 asistentes y dos de manualidades con 20 personas. Los grupos de baile fueron muy demandados, con 55 peticionarios, y se puso en funcionamiento un grupo de caminata con 14 ciudadanos que salieron a dar paseos y otro de teatro con 8 actores. El manejo del móvil, del ordenador, los juegos de mesa y varias charlas de salud completarán el programa.

En cuanto a la ayuda a domicilio, se prestó a 168 usuarios, 96 de ellos con dependencia. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los municipios de Castilla y León, se trata de una prestación que el Consistorio gestiona de manera directa a través de la concejalía de Bienestar Social, lo que permite ofrecer un servicio de calidad y ajustar los precios a la baja.

De esta forma, la aportación de los usuarios varía en función de su renta y patrimonio, computando también las cargas familiares de la persona interesada en recibir este servicio. Con carácter genérico, pueden beneficiarse del servicio de ayuda a domicilio todas aquellas personas o grupos familiares que se encuentre en una situación que les impida satisfacer sus necesidades personales y sociales por sus propios medios, que requieran atención y apoyo para continuar en su entorno habitual.

Así, el servicio atiende a personas de edad avanzada con dificultades en su capacidad funcional y en condiciones de desventaja social, además de personas con discapacidades y minusvalías que afecten a su autonomía, menores de edad cuyas familias no pueden proporcionarles el cuidado que requieren en su propio domicilio o grupos familiares con excesivas cargas, conflictos relacionales o enfermedades físicas de gravedad.

Los Servicios Sociales también gestionaron la necesidades de los 236 titulares de teleasistencia y dieron ropa a 70 familias.