La lacra del presentismo

Empresas y expertos en derecho laboral consideran que fichar no es la mejor forma de controlar los horarios. Más bien pueden incentivar lo que consideran la lacra del presentismo, especialmente acusada en España, aunque el nivel de productividad está entre los más bajos de los países del entorno. Navegar por internet, atender las redes sociales personales, las pausas para el café y para fumar, reuniones interminables,... Lastres en una economía terciarizada que lucha por avanzar en el teletrabajo y la recompensa por objetivos, una propuesta que para nada es incompatible con controlar el absentismo injustificado. «El control de los horarios es un derecho de los trabajadores, pero también una obligación sobre su cumplimiento». Según los datos de la EPA el 45% de las horas extras que se realizan en España no son ni retribuidas ni compensadas. Tampoco se cotiza por ellas. Sin embargo, intentar que los trabajadores fichen no parece una solución factible.

La norma establece sanciones de entre 60 y 625 euros para infracciones leves, al incumplir el deber de registrar diariamente la jornada laboral; o de 625 a 6.250 euros en infracciones graves cuando se superen los límites de la jornada laboral o se incumpla la norma sobre horas extra.