La adjudicataria de la residencia creará 30 empleos al aumentar a 64 las plazas

La adjudicataria de la residencia de mayores de Sariegos ha dado la sorpresa al decidir añadir una unidad más, la cuarta, al proyecto, lo que eleva de 2,3 a 2,9 la inversión y de 48 a 64 el número de plazas que se ofertarán. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos del equipo de Gobierno de Sariegos, que ya ha empezado a convertirse en realidad con el inicio de las obras, y que aportará una treintena de puestos de trabajo, «además de la incidencia que tendrá en los negocios de la zona», destaca el alcalde, el leonesista Roberto Aller.

Los trabajos del edificio se han puesto en marcha, gracias al acuerdo entre el Ayuntamiento, que aportará 800.000 euros, y la empresa concesionaria, Iberocaser S.L., que desembolsa 2,1 millones y asumirá la gestión de la residencia durante los próximos 25 años. Pasado ese periodo, el inmueble regresará a manos municipales.

Aller ya había expuesto la idea de ofrecer a los mayores del municipio un centro de estas características cuando ocupaba la bancada de la oposición. Por eso admite «que es un buen logro en este escaso tiempo de mandato». Destaca que la residencia dispondrá de más unidades de las previstas y «ofrecerá importantes descuentos a los mayores de Sariegos. Al final se logra empleo, con numerosos puestos de trabajo, e inversión».

También ha sido imprescindible la buena disposición de dos juntas vecinales, la de Sariegos y Pobladura, que han cedido al consistorio los terrenos de 8.985 metros cuadrados donde se levantará el edificio. El solar está situado al este de la población, próximo a las instalaciones del colegio. La tipología del inmueble, de 2.431 metros cuadrados, es exenta y todas las habitaciones disfrutarán de vistas a un entorno natural. Dispondrá de un patio o claustro interior, «que facilitará las conexiones y la relación entre usuarios de la residencia, dotando de una percepción y contacto continuo con el exterior y sus condiciones temporales cambiantes a lo largo del día y de las diferentes estaciones del año», señala el proyecto.

Esa disposición también permite que cada habitación esté dotada de una doble relación con el exterior. Por un lado, cada una tendrá su ventana directamente abierta al exterior (jardín o entorno natural) y, por el otro, conexión prácticamente inmediata, a través de un simple paso por el pasillo perimetral del claustro, con el patio-jardín central.

El plazo de ejecución de las obras es de 12 meses. El edificio posee una zona administrativa, servicios comunes, sala de actividades, peluquería, lavandería y capilla. La parcela cuenta con superficie suficiente para dotar a la edificación de grandes espacios verdes y de actividad al aire libre, así como de accesos y plazas de aparcamiento. La imagen exterior del edificio es una volumetría sencilla.