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EL COSTE DE LA ELECTRICIDAD

Energía, comercio, cementeras y alimentación, sectores más afectados por la factura eléctrica

Los grandes consumidores son además los que más han incrementado la demanda en los últimos cinco ejercicios.

El encarecimiento de la electricidad supone un lastre para la competitividad de las empresas.

León

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El sector empresarial lleva meses alertando sobre la repercusión que el coste de la electricidad tiene en los resultados de las compañías, y sobre la pérdida de competitividad que para los productos españoles implica el hecho de que uno de sus principales costes de producción se haya disparado, y de momento no se encuentren fórmulas para controlarlo. Son las grandes empresas consumidoras (las denominadas electrointensivas) las que han liderado la alarma y las demandas al Gobierno, pero el coste afecta a todo el sector productivo, incluso más allá de la actividad industrial propiamente dicha. De hecho, según los datos de las principales compañías eléctricas que operan en la provincia, es el comercio y el sector servicios el segundo sector que mayor consumo eléctrico demanda en León, por detrás de las empresas de producción y distribución de energía pero con cifras que duplican el gasto de las industrias cementeras, por ejemplo. La agroindustria es otro de los sectores que mayor consumo eléctrico tiene, y por lo tanto es más sensible a los incrementos en el coste; sin olvidar el gasto que supone para la administración y los servicios públicos.

Cuando el recién nacido polo acerero de la provincia da sus primeros pasos, y prácticamente ha desaparecido la actividad minera, el tejido industrial de la provincia dista de contar con actividades electrointensivas (al menos que se incluyan en los parámetros que establece el borrador del Estatuto de Consumidores Electrointensivos que ha desarrollado el Gobierno, y sobre el que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha llamado la atención, porque considera que algunas de sus medidas serán consideradas por la UE como ayudas de Estado).

A parte de las mineras, grandes consumidores son las pizarreras, así como las industrias metalúrgicas (Roldán, Miguélez,...) o las químicas, tradicionalmente Antibióticos pero también las ubicadas en el polígono industrial de Villaquilambre y en el Parque Tecnológico de León. Las cementeras (Cosmos y La Robla) o empresas como Ceranor se suman a esta lista, junto con la vidriera BA Glass. Son algunos de los ejemplos de compañías que, sin llegar a la situación de las grandes acereras del norte, ven afectada su competitividad por este coste de la energía.

Lo que está claro es que los grandes consumidores son los que están tirando de la demanda en la provincia en los últimos cinco años, según muestran los datos de Iberdrola. El consumo eléctrico de esta compañía en la provincia ha crecido un 2,65%% desde 2016, hasta los 1,172 millones de megavatios hora de energía facturada en el ejercicio pasado. La mayor parte de este incremento corresponde a los consumidores que se abastecen a través de las líneas de alta tensión, que absorben algo más de la mitad del total del consumo.

La baja tensión supuso el año pasado un consumo de casi 560.000 megavatios hora en esta compañía, de los que la mayor parte corresponde a la industria en baja tensión y el resto a los usos domésticos. La demanda en este apartado de consumidores eléctricos se ha reducido en los últimos tres ejercicios.

Por lo que se refiere a otra gran distribuidora de la provincia, Naturgy, la facturación en León registró un retroceso en 2017, pero se incrementó un 9,25% en el último ejercicio. Del total de su facturación en León el año pasado el sector con un mayor consumo fue el de producción y distribución de energía eléctrica, con un 26,5% del total del gasto; seguido del de comercio y servicios, con un 12,5% del total.

La electricidad destinada a usos domésticos supone un 22,3% del consumo de la empresa en la provincia, el resto, más de las tres cuartas partes, corresponde al gasto que hacen las empresas e industrias. Y aquí tienen un importante papel también las industrias cementeras, de cales y yesos, con un 6,4% del total del consumo, seguidas de las empresas agroalimentarias, con un 6% del consumo.

Destaca también el volumen de gasto de la Administración y los servicios públicos, que suponen casi un 6% del gasto energético total de la compañía en la provincia. El alumbrado público supone un consumo algo superior al del conjunto de la hostelería; y ambos superan el gasto que hace la industria del vidrio.