La acusada del caso de la burundanga se acoge a su derecho a no declarar
Instrucción 2 la citó a un interrogatorio judicial pero la sospechosa decidió guardar silencio .
miguel ángel zamora | león
La joven acusada de utilizar escopolamina (burundanga) para conseguir beneficios económicos de varios familiares y amigos se acogió ayer a su derecho a no declarar, tras ser citada por el Juzgado de Instrucción número 2 de León para prestar testimonio en sede judicial, circunstancia que no se había producido desde el inicio del caso. La muchacha decidió no explicar su versión de los hechos, derecho que le concede la ley y ayer solamente un testigo prestó declaración ante la instructora del caso.
La defensa de la joven se plantea la posibilidad de reconocer en parte los hechos, ya que la decisión definitiva dependerá del tipo penal que elija el Ministerio Público para la calificación provisional de los hechos. Difiere notablemente de la que presenta la defensa, según ha podido conocer este periódico, ya que incluso hay episodios que se atribuyen a la sospechosa que, a criterio de su letrado, no han sido cometidos por su clienta.
«Es una persona enferma, una persona que tocó fondo», dice el letrado. Asegura que su cliente es inimputable porque tiene «rasgos antisociales y una patología».
«Pide perdón a cualquier persona que se haya podido sentir ofendida, aunque hay muchas personas que se han sumado al carro de este caso polémico para obtener un beneficio», añadió.
La operación se inició en octubre de 2018, cuando la propia autora de los envenenamientos presentó una denuncia en dependencias de la Guardia Civil por haber sufrido una supuesta extorsión a manos de dos individuos que le exigían una deuda de más de 200.000 euros.
Los agentes comprobaron que era falso y destaparon una trama con siete personas envenenadas a los que se sustrajo dinero.