mercado inmobiliario
Las subastas judiciales caen por el desplome de embargos hipotecarios
Aumentan en las pujas los solares, las ventas de lotes de viviendas y los bienes de herencias.
Las subastas judiciales se han reducido a la mitad en menos de cuatro años. El desplome de las ejecuciones hipotecarias ha sido la principal causa de esta caída —que se han quedado en un tercio respecto a 2015—, aunque por contra han aumentado los lotes de viviendas y solares que se han embargado a constructores, todo ello como consecuencia aún de la crisis económica. Actualmente, las subastas judiciales están digitalizadas y se realizan a través del portal del BOE, donde desde principios de año aparecen tan sólo medio centenar de bienes, cuando hace tan sólo cuatro años llegaban a las 350 de media. Otro de los casos que han ido en aumento es lo que se conoce en terminos legales como ‘divisiones de cosa común’, es decir, que varios titulares se reparten la propiedad de un mismo bien, como en el caso de las herencias o la liquidación de bienes gananciales por separaciones matrimoniales. En caso de que todas las partes no se pongan de acuerdo, el juez resuelve sacando a subasta la propiedad.
Las promociones de viviendas financiadas por los bancos en los años en los que se infló la burbuja inmobiliaria están saliendo ahora a subasta por el retraso de todos los trámites. Después de que los bancos asumieran la financiación de las construcciones y los promotores no llegaran a vender los inmuebles el proceso para sacarlos a subasta se ha ido dilatando por la variedad de las circunstancias y toda la documentación previa necesaria y que en muchos casos se trata de construcción a medio ejecutar.
Otro caso que mantiene vivas las subastas son los bienes que, en su momento, no fueron adjudicados y que ahora, antes de que finalice el plazo vuelven a salir, antes de que se cumplan los cincos años. Son las llamadas causas pendientes y que en muchos casos recuperan embargos hipotecarios.
Los solares son otro de los bienes que suelen aparecer entre las subastas actualmente, aunque resultan menos atractivos para los postores particulares. Por este motivo, en muchas ocasiones se los continúan quedando los bancos y por la mitad del valor en el que habían sido tasados en épocas de crisis. Al igual que en los lotes, aunque el promotor se deshace del bien, no salda su deuda. Esto ocurre en el 60% de las causas, con lo que los bancos después pueden negociar con estos inmuebles. En este caso, los bienes salen automáticamente de la web de subastas del Estado.