SUCESOS
Arrestadas ocho personas por trucar el cuentakilómetros de coches en León
Quintuplicaban el valor de los vehículos tras restarles entre 80.000 y 150.000 kilómetros.
La Guardia Civil desarticuló un grupo criminal, detuvo a ocho personas y también investigó a otra más como presuntas autoras de delitos de pertenencia a grupo criminal, delito de estafa, blanqueo de capitales, delito de usurpación de identidad y falsificación documental pública y privada, delito contra la vida e integridad física relacionados con la Seguridad Vial. Las detenciones tuvieron lugar en distintas localidades de Madrid y Andalucía.
La operación se inició durante el mes de abril de 2018 cuando a una persona le constaba a su nombre, la titularidad ilegítima de tres vehículos de alta gama. Una de las razones por las que se tuvo conocimiento de tales hechos fue al recibir ésta, varias notificaciones en su domicilio de sanciones administrativas contra la seguridad vial de esos vehículos, sospechando que podría ser víctima de algún tipo de estafa o usurpación de identidad.
En el transcurso de las investigaciones, los componentes de la Guardia Civil constataron la manipulación de otros 25 turismos, conociéndose un número importante de personas perjudicadas, totalmente desconocedoras de tales hechos, en diferentes provincias: Madrid, Palencia, Valladolid, Valencia, Getafe, León, Zaragoza y Toledo.
ENTRAMADO CRIMINAL
El desarrollo de la operación tenía como objetivo aseverar la existencia de un entramado criminal que utilizaba distintos portales de compraventa de vehículos de segunda mano, para adquirir turismos de alta gama a bajo coste. Normalmente este grupo adquiría los vehículos en estado deficitario, accidentados o averiados, aprovechando el período de la transferencia para poder manipularlos, alterarlos y adecentarlos en un taller clandestino, situado en un polígono industrial de la localidad de Arganda del Rey (Madrid), para su posterior reventa, llegando, incluso, en multitud de ocasiones a la reducción del kilometraje, entre 80.000 a 150.000 kilómetros por vehículo; con todo ello conseguían quintuplicar el beneficio económico en el momento de la reventa.
Durante la transacción, extendían contratos privados de compra-venta falsificados a nombre de terceras personas, y, mediante previo pago, intercambiaban el vehículo junto con su documentación, sin llegar nunca a notificar, ni regularizar el cambio de titularidad al organismo correspondiente.