Detienen a un leonés que operaba en una red de tráfico de drogas a Francia e Italia
La Guardia Civil le interceptó cuando transporta 22 kilos de hachís y le halló otros 30 en casa.
Imagen del doble fondo en el coche que conducía el leonés. DL
á. c. | león
Un leonés, residente en San Andrés del Rabanedo, fuer detenido por la Guardia Civil en el marco en la operación «Mizo»: un operativo que ha terminado con la detención de 27 personas en Cantabria, Gerona, Sevilla, Jaén y Málaga pertenecientes a una organización dedicada al tráfico de hachís desde el sur de España con destino a Cantabria, Francia e Italia.
La droga llegaba al sur de España, «donde se hacían cargo de la misma ‘transportistas’ de la organización», según informaron fuente de la Guardia Civil, que abundaron en que estos ‘transportistas’, una vez cargado el vehículo, «se dirigían a Barcelona, para desde allí cruzar la frontera por La Junquera y seguir a Italia». En noviembre, se detectó un envío a Italia, en el que se intervinieron 115 kilos de hachís, así como otros 50 kilos en Maliaño, donde había «un contacto» que se encargaba de «buscar compradores en Cantabria». «Como consecuencia de esta intervención, el cabecilla, un argelino residente en el sur de la península que había salido de una cárcel de Marruecos, cambió la ruta y a las personas dedicadas al tránsito con la droga y comenzó a operar con un hombre de León».
El leonés adquirió protagonismo a partir de esta situación. El líder de la red «dio instrucciones para la adquisición de un todoterreno, al que se le acoplaron dos vigas longitudinales huecas para ser utilizadas como dobles fondos y poder transportar con garantía el hachís a Francia». Con este vehículo, «a finales de marzo de este año se averiguó que estaba siendo cargado en una nave de Rumoroso (Cantabria)» y fue interceptado «en circulación a la altura de Liendo, conducido por el vecino de León» y con dirección a Francia, a la vez que se detuvo al vehículo lanzadera. En el vehículo y en los dobles fondos practicados «se intervinieron 22 kilos de hachís, preparado y envasado al vacío para intentar eludir la acción de los perros detectores de drogas de la Guardia Civil», como apuntaron desde el Instituto Armado, que además realizó «un posterior registro en la localidad de San Andrés del Rabanedo en el que se intervinieron casi 30 kilos de hachís».
La intervención «propició una nueva fase para desmantelar las tramas que continuó hasta finales de mayo» y que dio como resultado final la detención de 17 personas «en Cantabria (Santander, Villaescusa, Maliaño, Liendo y uno en el Centro Penitenciario El Dueso, al haber ingresado para cumplir condena por otro motivo), tres en La Junquera (Gerona), dos en Jaén, tres en Sevilla y dos en Manilva (Málaga)».
En la operación se intervinieron en total «casi 220 kilos de hachís, un kilo de marihuana, casi 400 cajetillas de tabaco de contrabando, 22.000 euros, armas, entre las que había un revólver el calibre 38 y munición, una carabina, una pistola eléctrica y otra simulada, 44 teléfonos móviles, así como 6 equipos radiotelefónicos para el control de los alijos, entre otros efectos», trasladaron desde la Guardia Civil.