Diario de León

RELEVO EN EL AYUNTAMIENTO DE LEÓN

Diez compromete en León un «gobierno con todos» en el que «nadie quedará al margen»

El nuevo alcalde insiste en que abrirá «una nueva forma de hacer política» para sacar los acuerdos pese a su minoría.

Diez, arropado por su familia, Adriana Lastra y Del Blanco. R. / M.

Diez, arropado por su familia, Adriana Lastra y Del Blanco. R. / M.

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álvaro caballero | león
León

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El noveno alcalde de la historia de la democracia moderna en León ya es Diez. El candidato del PSOE se convirtió ayer en el primer edil de la ciudad después de que cada uno de los grupos cumpliera con lo que había anunciado. Los 10 concejales socialistas fueron suficientes para que su líder recuperara la alcaldía para el partido del puño y la rosa 8 años después de que la perdieran con estrépito. Gobernará en minoría, toda vez que el PP se quedara corto con sus 9 actas; Ciudadanos decidiera abstenerse en la votación al no poder sumar un pacto de centro derecha y evidenciarse su distancia con el nuevo gobierno; la UPL se mantuviera en su postura de votarse a su aspirante, Eduardo López Sendino, y posibilitar la Alcaldía del más votado por los vecinos; y el edil de Podemos se apoyara a sí mismo. En ausencia de sorpresas, el regidor de León es quien estaba previsto.

José Antonio Diez (León, 1968), geólogo, casado y con dos hijos, se hace con la Alcaldía de León después de haber sido concejal de Seguridad y Movilidad en el mandato 2003-2007 y penar los 8 años siguientes en la oposición, 6 de ellos como portavoz del PSOE. Con toda la experiencia acumulada, el nuevo regidor comprometió implantar en el Ayuntamiento de León «una nueva forma de hacer política, un gobierno con todos, con grandes acuerdos y consensos en los grandes proyectos de ciudad que transciendan a la duración de esta corporación». «Con debate, escucha y diálogo y una participación que haga una ciudad mejor. De ahí, de este pleno que escucha a los vecinos, ha de nacer un proyecto de ciudad que sea la suma de las buenas iniciativas de los leoneses», recalcó el regidor socialista en su discurso de investidura, centrado en recalcar que «en esta apuesta por León nadie quedará al margen».

Foto de familia de la corporación municipal. RAMIRO / MARCIANO.

Sobre estas bases, el nuevo alcalde incidió en repetidas ocasiones en su «orgullo». El «orgullo de asumir el reto de gestionar esta ciudad para hacer que todas y cada una de las personas que aquí reside encuentre mejores condiciones de vida»; así como «el orgullo de pertenecer a una ciudad que no ha de olvidar nunca su historia única, su pasado, sus características propias, su ubicación estratégica y, por supuesto, el papel que le corresponde en el desarrollo de esta comunidad y de este país». «Pero también una ciudad más limpia, más acogedora, más moderna y sostenible, amable con sus residentes y afable con sus visitantes. En definitiva, una ciudad mejor», resolvió Diez en su intervención.

Diez, en su despacho. RAMIRO / MARCIANO.

Para lograr «este fin», el primer edil del Ayuntamiento de León pidió, «en primer lugar, ayuda y colaboración a todos los miembros de la corporación para trabajar unidos». «León es lo que nos une y está, por supuesto, por encima de lo que nos separa. Os ofrezco diálogo, colaboración, responsabilidad, esfuerzo y dedicación plena a la tarea de trabajar para hacer una ciudad mejor, una ciudad en la que todos se sientan representados, escuchados y atendidos», animó Diez, quien condujo toda su intervención con un tono conciliador, sin referencia alguna al mes que se ha demorado la constitución del consistorio —el último en conformarse en el mapa nacional— después de que el PP y Vox recurrieran la decisiones de las juntas electorales de zona de León y Central y del TSJ por la corrección de la mesa de las Pastorinas, que dejó fuera de la corporación a la formación de ultraderecha y abortó la opción de un pacto de centroderecha.

El plan del nuevo regidor pasa por «un programa vivo» para el que reclamó también «la participación de los vecinos de León, el norte que debe guiar las actuaciones y prioridades». Con estas guías como «brújula del mandato», Diez incidió en que su compromiso de «servicio a los demás» se fundamenta en «la honradez, la nobleza, la solidaridad, la equidad y la justicia». A partir de estos valores, el alcalde de la ciudad se aprestó a trabajar «por la gestión transparente de cada euro que entre y salga en el Ayuntamiento de León, por la atención a los que más lo necesitan, por la adecuación de los barrios a mejores condiciones para los residentes, por proyectos de empleo, innovación y desarrollo, y por la referencia internacional en turismo de calidad ligado a ese legado histórico-artístico que hemos de potenciar».

El empeño requerirá «la colaboración del resto de las instituciones», como avisó el concejal socialista, quien abundó en que, «en este proyecto común y positivo», todos deben aportar. «Gran parte de las propuestas que han de regir el futuro de León pasan, irremediablemente, por el desarrollo desde otras administraciones. Ahí voy a ser el más leal colaborador pero, también, el más intransigente y reivindicativo cuando sea necesario», apostilló Diez ante el salón de Plenos, en el que le arroparon la secretaria federal de Organización del PSOE y portavoz de su grupo en el Congreso, Adriana Lastra, y el eurodiputado leonés Ibán García del Blanco, así como representantes de otras instituciones.

Diez, arropado por su familia, Adriana Lastra y Del Blanco. R / M.

Más allá del apunte al resto de administraciones, Diez se centró en definir su idea de la corporación, en la que «nunca como ahora ha sido tan necesaria la contribución de todos, el diálogo y el consenso». Tras reseñar que las «cinco formaciones políticas y la experiencia de años anteriores» muestran que no pueden «permanecer aislados ni sordos a una sociedad que es, cada vez, más exigente y reivindicativa», el alcalde subrayó que la ciudadanía reclama «más puntos de acuerdo y menos disensiones y distracciones».

La disposición servirá, como incidió Diez, para asumir «el reto de intentar acabar con la sangría poblacional que está minando nuestra ciudad y que es, sin duda, el principal problema; de poner fin a las dolorosas cifras de desempleo; y de sembrar las bases para mejores condiciones para las empresas y su personal». La estrategia se centrará en que «el empleo sea, cómo no, uno de los ejes fundamentales» de la gestión del nuevo gobierno municipal, concedió el regidor del PSOE, quien expuso que su objetivo es «conseguir que si los leoneses eligen la emigración sea una opción voluntaria, pero que nadie se tenga que ir de esta tierra por cuestiones económicas».

La consecución de esta meta necesitará que se trabaje «con los sectores económicos determinantes para retener y crear empleo», como señaló Diez, quien puso el acento sobre «los vinculados al turismo y el comercio, las tecnologías de la información y la comunicación, los sectores logístico y biofarmacéutico y, por supuesto, la cultura». «Nuestra cultura ha de ser un eje fundamental para la creación de riqueza y empleo», afirmó, antes de señalar que su empeño pasará también por «una especial atención a los barrios y al funcionamiento de los servicios».

El discurso tuvo espacio también para que el alcalde hiciera mención a que «nadie puede quedar excluido en una ciudad en la que la solidaridad y la justicia social son un eje». El regidor del PSOE explicó que «las personas mayores, la infancia y las personas en riesgo de exclusión serán otro pilar esencial» de su trabajo, lo que se mostrará con la creación de «una concejalía exclusiva para las personas mayores que coordinará sus tareas con el gran área asistencial de Bienestar Social». «Hoy mismo comenzaremos en ese trabajo. Con fuerza, dedicación, honestidad e ilusión. Para hacer una ciudad mejor, para hacer una ciudad de la que todos nos sintamos orgullosos y partícipes. Para hacer de León la mejor ciudad del mundo», arengó el nuevo regidor de León, quien en los agradecimientos, al margen de los ciudadanos y su equipo, tuvo dos menciones significativas. La primera fue para «el primer alcalde de la democracia, Gregorio Pérez de Lera», y para «todos aquellos que le han sucedido en el cargo». Y la segunda para su abuela Carmen y su tío Nanete, que le inculcaron «los valores de servicio público y honestidad», así como para sus padres, sus hijos y su mujer.

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