El jardín romántico tendrá nueva red de riego para poder mejorar su imagen verde
El parque del Cid es . la única zona ajardinada dentro del casco histórico de la ciudad.
álvaro caballero | león
Al jardín romántico le quieren lavar la cara. Después de años sin apenas más intervenciones que las estacionales de mantenimiento ordinario, el Ayuntamiento de León ha decidido intervenir a fondo al menos en las zonas verdes para recuperar su imagen. No sólo para que sea un lugar con bancos, sino para que la esencia del parque no se pierda de manera paulatina.
La actuación ya ha empezado. Los operarios de la concesionaria León Verde han comenzado a trabajar en la zona norte del parque para levantar toda la red de riego por aspersión. Las labores, que han obligado a acotar la mitad del jardín, servirán para renovar las tuberías que estaban carcomidas por el óxido y que sean sustituidas por unas nuevas de PVC. Una vez acabado el encargo en esta parte del espacio público, la intervención se hará de manera idéntica en el resto del área verde, con el objetivo de que no esté cerrada por completo, menos aún en esta época del año en la que hay mayor afluencia de ciudadanos.
El levantamiento implicará que se tengan que resembrar las zonas de césped, que están muy dañadas, sobre todo en el entorno de los árboles de gran porte. El objetivo es que la siembra se haga con inmediatez para aprovechar que, con el nuevo riego y el sol, prenda con fuerza lo antes posible y se mantenga mejor a pesar del trasiego
Pese a ser uno de los más pequeños, el parque del Cid se cuenta como uno de los más emblemáticos de la ciudad. Se trata del único espacio verde en todo el casco histórico. Fue abierto en junio de 1972 sobre el solar en el que estuvo el convento de las Agustinas Recoletas, que se instalaron en 1663 en la mansión de Ramiro Díaz de Laciana y Quiñones y fueron expulsadas a finales del siglo XIX. El inmueble pasó entonces a titularidad municipal, que decidió ocuparlo primero como asilo de pobres y luego cederlo como cuartel al conocido Regimiento de Burgos. En 1970 volvió a manos del consistorio, que derribó la casa para hacer el jardín romántico.