El Ayuntamiento instalará cámaras para controlar el acceso tras la semipeatonalización de Ordoño

Quien se salte las entradas, donde habrá carteles de advertencia sobre la restricción del tráfico, verá cómo su matrícula queda registrada y, en unas semanas, le llega la notificación de la multa con un apunte de 90 euros por la infracción. Sólo esquivarán la sanción los residentes que acrediten su domicilio en la zona de influencia de la céntrica avenida, a los que se permitirá el tránsito y el acceso a los garajes, así como los repartidores, que tendrán que adecuarse a los horarios de carga y descarga. Al margen quedarán también los autobuses urbanos y los servicios de emergencia.  

El modelo replicado del casco histórico se espera que esté listo a lo largo del verano, como le trasladó ayer el alcalde, José Antonio Diez, a los representantes del comercio con los que se reunió a última hora de la mañana. No hay fecha concreta, pero será lo más inmediato posible, como expuso el regidor, quien defendió ante las reticencias de algunos asistentes que se trata de una de las medidas destacadas de su programa electoral y no piensa renunciar a su implantación porque encaja en el «proyecto de ciudad» del PSOE. Pese a esta posición firme, el primer edil socialista sí que se mostró receptivo a estudiar algunas de las recomendaciones que les trasladaron los comerciantes, como la necesidad de un acuerdo de colaboración para el uso del aparcamiento subterráneo de Ordoño II, que explota en la actualidad Dornier, el socio privado de la ORA.

A la espera de que se concrete cómo se pueden aplicar estas medidas, lo que sí está decidido es la conversión de uno de los dos carriles en una ciclovía. Las bicicletas podrán circular en ambos sentidos, pese a que el resto de los vehículos mantendrán el tránsito desde Guzmán hacia Santo Domingo, aunque tendrán que adecuar su velocidad a las condiciones de un espacio en el que la prioridad la tendrán los peatones. No habrá ningún cambio más en la circulación. Ni siquiera se restringirá el movimiento desde la calle Alfonso V hacia Gil y Carrasco, que se mantendrá regulado por semáforo como hasta ahora.  

Por ahora la entrada en funcionamiento no supondrá más intervención urbanística. Después de que hace un año se invirtieran 429.106 euros en la reurbanización, cuyo proyecto inicial planteado por el PP preveía peatonalizar el vial pero se frenó por las presiones de Ciudadanos, el único gasto añadido serán las cámaras de lectura de matrículas, que identificarán las que están incluidas en la base de datos y advertirán de las extrañas al registro. Los dispositivos se conectarán al sistema que ya regula toda la red de semáforos del municipio, la vigilancia de los puntos conflictivos del callejero y los accesos al casco histórico. Ordoño entrará en el mismo nivel de control que la calle Ancha.