La reforma de la plataforma izquierda de la A-66 entra en su tramo definitivo

La León-Benavente entra en la última fase de la reforma de su plataforma izquierda. Las máquinas abren una nueva zona de obras, lo que obliga desde ayer desvíos de tráfico para facilitar la reconstrucción de la calzada (sentido creciente de la circulación) que afecta a un trecho entre los puntos kilométricos 176+750 y 182+500. Por este motivo, el acceso a la localidad de Toral de los Guzmanes se realizará efectuando un cambio de sentido en el enlace E-172 (con la carretera C-621 en Villamañán), de acuerdo con los desvíos señalizados. Cuando finalice este tramo, se darán por concluidas las obras de la calzada izquierda de la A-66 entre León y el límite con la provincia de Zamora, según informa el Ministerio de Fomento.

En vísperas del puente de agosto, a mediados de la pasada semana, se puso en servicio el tramo entre los kilómetros 176+750 y 174+350. Con este nuevo tramo, ya han entrado en servicio un total de 39,400 kilómetros de los 53,200 que comprende toda la actuación.  

Al tiempo, avanzan los trabajos entre los tramos del kilómetro 161+500 y el 153+400. Según lo previsto, este tramo se pondrá en servicio antes de que finalice el presente mes de agosto.

Hace ya un año que se iniciaron las obras para sustituir el firme de la autovía vital para encauzar la conexión de León y Asturias con el centro de la península; la intervención, adjudicada en poco más de seis millones y medio de euros, está dirigida a rehabilitar toda la plataforma izquierda del vial, a lo largo del territorio leonés, hasta el límite de provincia; 53 kilómetros que se convirtieron este trazado en un suplicio para los más de veinte mil usuarios del trayecto. Con un avance irregular, con un paréntesis de cerca de medio año en el periodo invernal, marcado esta vez por una situación climatológica que no justificó la paralización de las obras, la ejecución se retomó en abril; y, desde entonces, los avances son más que visibles.

La León-Benavente encuentra ya indicios de normalidad para la circulación; el primero, que el Ministerio de Fomento le ha devuelto a la condición de autovía por los límites de velocidad máxima permitida, amputada hace año y medio por resultar la única medida eficiente para salvaguardar la seguridad de los usuarios de la secuencia continua de grietas y baches que jalonaban el tramo leonés de la ruta de la plata.  

Rebajar la velocidad máxima permitida de 120 a 100 por hora encabezó el elenco de respuestas paliativas al estado crónico de un firme que sólo ha encontrado salida cuando el bisturí de la reforma se extendió por la plataforma izquierda de la autovía, una sucesión de baches.