León y Asturias pugna por los trenes punteros de Renfe

Habrá un antes y un después del Avril. El modelo de tren, llamado a dominar el futuro de las comunicaciones ferroviarias en España, es objeto de deseo de cada ciudad, de cada territorio, de cada línea de ferrocarril. Codiciado también para León y Asturias, que encuentran en este nuevo prototipo una ocasión extraordinaria para contrarrestar años de espera por una conexión eficiente, condicionada hasta ahora por el retraso en la entrada en servicio de la Variante de Pajares.  

Asturias y León aspiran a que uno de los modelos del Avril que el próximo año entregará el fabricante, en el mes de mayo de 2020, cubran el trayecto entre Madrid y Gijón; que lo haga a través de la rampa de Pajares, por la vía convencional y que aporte parámetros de competitividad para reducir el tiempo de trayecto que hasta ahora dilata el paso por el corredor.  

El Avril (acrónimo de Alta Velocidad Rueda Independiente Ligero) está capacitado para incrementar hasta en un 70% el número de viajeros que puede mover cualquiera de los trenes que cubren la línea ferroviaria que conecta Madrid con el norte y que cruza por la capital leonesa. Sus prestaciones también le encumbran como convoy puntero, cuando el raíl permite alcanzar hasta velocidades de 330 kilómetros por hora, de momento posible en zonas en las que es posible aplicar el despliegue del control de frenado ERTMS, suficiente por sí mismo para reducir tiempo en el trayecto que emplean los trenes que conectan con la capital de España.  

Asturias suspira por engancharse al concepto de la alta velocidad; y el Avril es una oportunidad inmejorable para cumplir ese anhelo, coartado de momento con la obra interminable de los túneles y otras fórmulas alternativas que se perfilan como arreglo temporal; las lanzaderas en microbús a León es una opción inmediata para conectar a los viajeros con el primer AVE que sale de la capital leonesa.  

Una solución temporal, de ahorro de tiempo y comodidad para los usuarios, que podría compensar el modelo Avril, en una parrilla horaria competitiva en la estación de Gijón; con cabida para más de medio millar de pasajeros, su flexibilidad técnica que le permite adaptarse a anchos de vía variables, que encaja en conexiones de métrico internacional y ancho ibérico, la disposición del tren, que permite su simbiosis absoluta con el arco, el diseño interior de los vagones, con el espacio interior disponible de los coches, que es mayor que en trenes de otros fabricantes gracias a la mayor anchura de las cajas (3,2 metros para cinco asientos por fila), el Avril es la combinación más certera para que la alta velocidad acerque León a Asturias por vía convencional antes de que se permita la entrada de los convoyes por el interior de la cordillera; que no será antes de finales de 2022, si se toma como referencia las últimas fechas aportadas desde el Ministerio de Fomento.  

Tres años más de espera para poner en orden el interior de las galerías, tras un obra que ha absorbido cerca de 4.000 millones de euros, después de 15 años de intervención.  

El Avril en tránsito hacia Asturias por el corredor del AVE de León podría bajar el tiempo total del trayecto a 3 horas y cincuenta minutos, un paréntesis que resulta utópico con la combinación de medios disponibles actualmente. Capaz de restarle cuarenta minutos al tiempo de recorrido actual.  

El fabricante del Avril hará efectiva la próxima primavera la primera de entrega del pedido comprometido para modernizar la oferta de comunicaciones por tren en España; el cupo cuanta ya con una relación interminable de candidatos; el corredor ferroviario a Galicia, por Zamora; los enlaces al País Vasco; también, Extremadura.  

La aspiración del corredor a Asturias es una necesidad de contrapeso que compensaría la espera de sistemas eficientes de comunicación al norte de la capital leonesa; aunque deba de circular durante dos años por la vía convencional. Y al sur de la capital leonesa, la capacidad de pasaje de este nuevo tren permitiría liberar la línea para incrementar las frecuencias, en un tramo en el que los convoyes circulan aún por vía única.