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ENTREVISTA

«La pregunta es si hay demanda para Villadangos y para Torneros; el Gobierno y la Junta no son empresas»

León

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Juan Carlos Suárez-Quiñones (León, 1961) llega con una carpeta cargada de expedientes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente por si la memoria le falla durante la entrevista realizada en la hemeroteca histórica del Diario de León. Más que reivindicación, busca sentido común. De ahí que abunde en que los grandes proyectos comprometidos en los últimos años para León «deben ser replanteados» acorde a la demanda, caso del Palacio de Congresos o el polígono logístico de Torneros. «Se acabó aquello de hacer cosas sin saber qué hacemos con ellas», asevera. En lo político, cree que los cuestionados resultados conseguidos por el PP en León son fruto de la inercia.

—¿Qué visión tiene de su partido actualmente en León? Majo se va a la Delegación después de haber perdido el gobierno en su ayuntamiento y también la Diputación...  

—Por escasísimos votos en ambos casos.  

—Pero la democracia es así y no va a gobernar en ningún caso.  

—Sí, pero no es lo mismo perder por escaso margen que perder de forma estrepitosa.  

—¿Eso no le pone en una posición delicada a nivel interno?  

—Ganar unas elecciones o perderlas no depende de una sola persona, sino de la suma de esfuerzos y, lo más importante, depende de la decisión de los ciudadanos. Por lo tanto eso tiene contexto local, provincial, autonómico, nacional... La suma de todo eso determina los resultados. Quienes hacen esa pregunta tienen que preguntarse qué habrían hecho ellos para que hubieran sido otros los resultados.  

—¿Teme que el Corredor Atlántico no tenga suficiente compromiso del Gobierno? Fomento ya ha reservado más de 12.000 millones para el Corredor Mediterráneo, mientras que el Atlántico requiere más de 3.000 millones de euros que no han sido muy bien definidos.  

—El Gobierno de España tiene que implicarse con el Corredor Atlántico necesariamente, no puede no hacerlo. Y el ministro yo creo que vio unidad de acción de las comunidades de Galicia, Asturias y Castilla y León, que, aunque de signos políticos no coincidentes, estamos unidos en esto. Sabemos que el ramal Valladolid-Palencia-León-Astorga-Ponferrada-Vigo está pintado para recibir las ayudas europeas porque ahora mismo no vale para la red transeuropea de transportes. A partir de la unidad de acción de las autonomías no queda más remedio por parte del Gobierno que asumir esa realidad y desarrollar el plan estratégico del Corredor Atlántico que presentó en febrero el ministro.  

—¿Pero usted conoce realmente ese borrador de Plan Director?  

—Es que está sin hacer. El ministro presentó en febrero un esbozo, pero hacer el plan implica trabajar con las comunidades autónomas, y no me cabe duda que va a ser así. Lo único que hay es ponerse de acuerdo en las cuantías de las inversiones necesarias. Porque tras la presentación apreciamos que no estaban las inversiones que creemos necesarias; estaban cifradas en unos mil millones y las comunidades consideramos en un documento que hemos hecho que valen algo más de 3.000 millones. Hay que tener en cuenta que ahora mismo ese ramal no vale para transportes ni tampoco para viajeros porque tiene una tardanza excesiva: el puerto del Manzanal y su forma de lazo; las superestructuras tienen que soportar 22,5 toneladas por eje y no están preparadas; las velocidades en mercancías tienen que ser de más de 100 kilómetros por hora, y no es así; las pendientes tienen que ser de menos de 15 por mil y hay hasta de 30 por mil; la seguridad, la doble vía, todo eso está por hacer. León-Ponferrada tiene que tener un trazado nuevo y eso exige unas inversiones que, de momento, no hemos visto contempladas.  

—¿Al hablar de trazado nuevo lo que dice es que hay que hacer una ‘Variante de Pajares’ en el Manzanal?  

—Estamos hablando de un nuevo trazado entre León y Ponferrada con una inversión prevista de 3.400 millones de euros. Y ese es el trabajo, ese es el plan que hay que contratar.  

, —Se olvida mencionar la línea Léon-Gijón y la plataforma de Torneros. Dice el ministro algo que parece lógico y es que esos 400.000 metros cuadrados que hay en el sector no se van a desarrollar si no hay implicación de la iniciativa privada. Y eso es nuevo, porque todo el mundo daba por hecho que Torneros sería una realidad sin más.  

—Será nuevo para el partido socialista. Después de que la Junta dejara ese terreno urbanísticamente disponible, firmamos un convenio con el Gobierno anterior en el que nos repartimos las tareas: para la Junta, la gestión de los núcleos ferroviarios de León, Salamanca, Valladollid y Burgos, mientras que el Gobierno de España asumía un estudio de demanda que determinase que la infraestructura es necesaria. Pero si alguien piensa que va a haber 60 u 80 millones del Gobierno autónomo para hacer el polígono se equivoca. Ahí tiene que haber dinero europeo y sólo lo hay para proyectos viables económicamente.  

—Es lo mismo que dice el ministro.  

— Lo que ha dicho el ministro, es lógico. Hay que ver qué utilidad se le da y después hacer ahí las inversiones. Entonces, para invertir entre 30 y 60 millones, hay muchas versiones, hay que saber para qué se va a utilizar y que no va a dedicarse a criar espinos.  

—¿No debería apretar más la Junta en defensa de Torneros?  

—Yo no he dicho todavía que no sea necesario el polígono de Torneros.  

—¿Y Villadangos no es un fuerte competidor ahora que ha entrado en el ciclo de las ayudas europeas?  

—Lo que mueven las mercancías son las empresas, lo que falta determinar es cuáles son las empresas que quieren mover mercancías por tren, qué empresas están interesadas en instalarse en un polígono como Torneros si se hiciese, teniendo en cuenta que hay otro polígono, como es el de Villadangos, que tiene cientos de miles de metros cuadrados y en el que se va a construir un ramal ferroviario. A lo mejor no hay demanda para tantos. Por tanto la pregunta es si hay demanda empresarial suficiente para cubrir Villadangos y también para abrir una plataforma logística intermodal en Torneros. Y el Gobierno de España y la Junta no son empresas.  

—¿Sabe como consejero de Fomento cuántas empresas hay interesadas en Torneros? Varias según el ministro  

—Todos trabajamos para traer empresas a la provincia.  

—Pero, ¿el ministerio les ha informado?  

—No, no sabemos en concreto qué empresas quieren instalarse en Torneros, ni por qué quieren instalarse en Torneros y no en Villadangos del Páramo, donde el suelo está con dotaciones y un ramal ferroviario próximo. No, no nos han informado. Ojalá haya demanda para todas las superficies logísticas porque Europa no va a pagar nada cuya viabilidad no esté demostrada. Se acabó aquello de hacer cosas para ver qué hacemos con ellas.  

—Y por pasar al transporte por carretera, ¿cuándo se va a producir esa bonificación en la autopista León-Astorga?  

—La bonificación no está hecha, pero nuestra parte sí. Lo que hay es que propusimos al Gobierno de Rajoy una bonificación del peaje para vehículos pesados que circulaban por la nacional y que obligatoriamente pasasen por la autopista. Nosotros reservamos el crédito para ese pago, nosotros hicimos nuestro convenio y se envió a Madrid, se corrigió y quedó en manos del Gobierno. No podemos hacer más. Hay un crédito que está para eso, que nos digan cuándo vamos a firmar.  

—¿En cuánto se calcula esa bonificación?  

—Unos 400.000 euros al año por el 75% de bonificación, el otro 25% lo paga el transportista.  

—En qué está perjudicando ese Gobierno en funciones al día a día de Castilla y Leon?  

—Está provocando ralentizaciones y hay riesgo de que eso afecte al día a día de los ciudadanos. Hay riesgo de perder impulso político y económico. Estamos trabajando en los presupuestos de la Comunidad, pero nos faltan los datos macroeconómicos para hacer unos presupuestos lógicos y no los tenemos.  

—Como juez, ¿qué supondría para usted que el Constitucional rechazase la reforma de la Ley de Caza?  

—Mi opinión como juez aquí interesa poco, lo que interesa es como castellano y leonés y como consejero. Como castellano y leonés todo lo que amenace la caza es un peligro para la sanidad de la cabaña doméstica, para la conservación de las especies silvestres, porque la caza es un medio de control. Lo veo peligrosísimo y, además, las consecuencias económicas son brutales para la población porque la caza es un recurso imprescindible para el territorio en el medio rural, para los establecimientos hoteleros, para la vida de nuestros pueblos, para las entidades locales que dan servicios públicos con una parte importante de estos ingresos.  

—¿Existe la percepción de que la Junta defiende más los intereses cinegéticos de su territorio que los ambientales?  

—Pero es una percepción de quién...  

—Mía, mismamente.  

—Será suya y de un grupo reducido del sector conservacionista más radical. Creo que es una percepción plenamente equivocada. En la Junta hay un ejército de cientos de personas que velan día a día por la conservación de las especies y la biodiversidad. Quien dice eso desconoce el medio rural y la naturaleza, es un ecologismo de asfalto. La caza no es para matar especies, sino para mantener el control poblacional en un número razonable. Hay que preguntar a mucha gente que ha tenido accidentes con animales silvestres o a agricultores con las granjas destrozadas por los jabalíes. Hay que estar en el medio rural.  

—¿Cómo es la relación de las comunidades en Picos de Europa en la gestión del parque? ¿Siguen las divergencias?  

—La gestión es coordinada, con la colaboración leal de tres gobiernos de colores distintos. Ha habido colaboración máxima con los objetivos y nos hemos puesto en marcha para terminar cuanto antes el PRUG. Yo no veo divergencias.  

—Consejero, ha habido conflictos incluso judiciales en los que Asturias ha arrebatado hectáreas a Sajambre, por ejemplo.  

—Si hay conflictos son entre pequeños territorios, pero no entre comunidades. Ahora mismo no hay ninguno.  

—¿Estaría diSpuesto a aceptar infraestructuras como un tren turístico en la vertiente leonesa?  

—Todo aquello que fomentando el turismo y la actividad económica sea compatible con la conservación del medio ambiente hay que estudiarlo seriamente. Hay que conservar aprovechando y aprovechar conservando porque esos municipios tienen que vivir. Porque si dejan de vivir allí es la muerte del parque nacional. Son ellos quienes lo han modelado.  

—¿La Junta está apoyando económicamente a las Reservas de la Biosfera de León?  

—No son de la Junta de Castilla y León, son promovidas por los ayuntamientos. No obstante, en la legislatura pasada este consejero se reunió con todos los alcaldes y alcaldesas de las reservas de León para proponerles dos cosas: una, que habría que unir esas reservas en un elemento común, una cantábrica leonesa; y segunda, nosotros podríamos hacernos cargo técnicamente de esas reservas. Las reservas no son de nuestra competencia, pero sí de nuestra incumbencia. En esta legislatura les reuniré nuevamente para trabajar en ese mismo esquema.  

—¿Cree que el Palacio de Congresos se va a terminar como estaba proyectado?  

—Hemos puesto en marcha un Palacio de Exposiciones que ha cambiado la forma de ver la ciudad. Y respecto a la otra fase del Palacio de Congresos, tendrá que tener una salida, pero realista y sensata y mirar las posibilidades financieras del Gobierno, de la Junta y del Ayuntamiento. Habrá que replantearlo. El plan anterior no vale, se ha hecho una buena gestión con el Palacio de Exposiciones, que era lo más urgente, lo más dinamizador y está funcionando admirablemente bien. Lo otro habrá que sentarse y verlo otra vez.  

—¿Sabe lo que ocurre con San Marcos?  

—Eso nos preguntamos. Ahí había unos planes que el Gobierno anterior dejó trazados y presupuestados en dos partes: lo histórico, con un hotel que hiciera honor y verdad al gran lujo y que tiene un sector de clientela importante y económicamente potente, y luego una construcción de un hotel de cuatro estrellas que compartiera grandes servicios. Está paralizado. No sabemos, estamos esperando a que no haya un ministro en funciones para, en efectividad plena, exigir qué es lo que está pasando. La ciudad no puede estar sin el Parador de San Marcos. No contemplamos que esto dure mucho y sabemos que todos los partidos en esta ciudad serán reivindicativos porque es imprescindible. Sin San Marcos, la capacidad hotelera está resentida.  

—¿Para cuándo un transporte metropolitano integrado?  

—Ya estamos trabajando. El transporte metropolitano de León está funcionando muy bien, pero caminamos a la mejora en el marco del nuevo transporte que vamos a poner en esta legislatura con la Ley de Viajeros por Carretera. Además, el transporte a la demanda tiene que volver a expandirse y ser un transporte cien por cien público con entes que gobiernen adecuadamente los intereses de todas las poblaciones. Y lo tenemos que hacer en esta legislatura porque las concesiones terminan por normativa europea.  

—En esta legislatura cree que habrá parque provincial de Bomberos en León?  

—Los parques son de los ayuntamientos y la Diputación. La Junta debe homogeneizar el servicio y está ultimando un plan sectorial de prevención de incendios y salvamento que está trabajado con todas las diputaciones y en el que se dice cómo tiene que ser esa estructura que las administraciones tienen que poner al servicio de los castellanos y leoneses. Todo eso se está haciendo en un marco en el que hemos negociado con la Federación Regional de Municipios y Provincias y los sindicatos mas representativos, y es un decreto que tendremos que poner en marcha muy próximamente. Esa es la labor de la Junta.  

—¿Internet en los pueblos contra la España vacía?  

—En la legislatura pasada hicimos una labor que permitió llevar internet a 600.000 nuevas personas y 800 pueblos. Esta legislatura va a ser clave porque van a pasar varias cosas: se va a desplegar el proyecto Escuelas Conectadas, donde con dinero de la Junta y el Ministerio a través de Red.es, una compañía va a llevar internet de 100 megas a todos los centros de la Comunidad. Va a suponer tejer de infraestructuras para llevar e ir avanzando en la red de telecomunicaciones de internet de alta capacidad. Eso ha sido una oportunidad no solo para cambiar la educación, sino también para que haya infraestructuras que puedan ser aprovechadas por las compañías para llevar los servicios de internet al ámbito rural. Después están los planes de extensión de las grandes compañías y esos planes son los que consulta el ministerio para saber dónde no se va a llegar en los próximos tres años, de ahí sale la lista de zonas blancas, donde las compañías no tienen intención de llegar. Para eso están las ayudas de las administraciones, ahí es donde pueden hacer una convocatoria de ayudas. Y ahí es donde tienen que estar las diputaciones, lucha en la que ahora no están, porque son servicios al medio rural. Los servicios antes eran agua. Y esto es tan importante como fue el agua en su momento. Por tanto, nuestra propuesta es meter en una cesta dinero del Estado, de la Junta y de las diputaciones suficiente para que hagamos un gran esfuerzo económico para que llegue internet. En la legislatura pasada gastamos 5 millones y en esta lo vamos a multiplicar por cuatro: 20 millones de euros en esas licitaciones, por eso necesitamos que las diputaciones se impliquen y que hagan un esfuerzo que llegue entre todos, incluido el Gobierno, a cien millones de euros en los próximos cuatro años para proyectos de extensión de banda ancha. Tenemos que tratar que las compañías se sumen. Es uno de los proyectos más importantes de esta legislatura, pero no lo podemos hacer solos. Mañueco quiere internet de calidad en todos los pueblos de Castilla y León.