Martín es «consciente» de las quejas de los funcionarios de la cárcel
La plantilla de Villahierro pide convertirse en agentes de autoridad y más personal sanitario
«Hoy se disuelven las Cortes Generales y no es el momento de hacer promesas que puedan tener otra interpretación, pero soy consciente de las reivindicaciones de los funcionarios de Instituciones Penitenciarias», aseguró ayer la delegada de Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, durante los actos en honor a la patrona Nuestra Señora de la Merced.
Una festividad que en la prisión leonesa viene precedida por la exigencia de la plantilla de convertirse en agentes de autoridad y de incorporar a más personal sanitario. Los 450 funcionarios alcanzan una edad media de 56 años y se hacen cargo de 780 internos, un 60% menos que hace años. El descenso ha obligado al cierre de dos módulos de la prisión de Villahierro.
En relación con las quejas y peticiones del personal público, la delegada subrayó que «hay que ser muy conscientes de la necesidad de las plantillas para el desempeño del buen trabajo de los funcionarios públicos». Añadió que son «muy sensibles y conscientes de que los funcionarios lleven a cabo su desempeño diario en la mejor situación laboral y en condiciones de seguridad».
SE PUEDE REEDUCAR
Un mensaje que hizo extensivo a los 3.800 reclusos y a los 2.300 trabajadores públicos que «velan por su custodia, pero también por su asistencia, reeducación y reinserción» en los ocho centros penitenciarios de la región, en los seis centros de Inserción Social y en los nueve servicios de gestión de penas y medidas alternativas.
En el centro leonés, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, presidió los actos que comenzaron con la tradicional misa católica y la entrega de condecoraciones a empleados del centro penitenciario, que actualmente cuenta con el menor número de presos desde que entró en pleno funcionamiento.