CONSUMO
El Procurador del Común pide menús y máquinas expendedoras en las universidades adaptadas a personas con alergias o intolerancias
Las instituciones académicas muestran su voluntad pero reconocen que aún no están completamente preparadas para atender esa demanda
El Procurador del Común pide a las universidades de Castilla y León que se adapten los menús y las máquinas dispensadoras de alimentos a quienes padecen alergias e intolerancias alimentarias. Así lo hace tras recibir una serie de quejas en las que se aludía a las dificultades con las que se encuentran las personas celíacas que consumen alimentos en las cafeterías y comedores de estos centros, puesto que no disponen de menús sin gluten; situación que se extiende a los afectados por otras intolerancias o alergias alimentarias.
Tras admitir las quejas a trámite, se solicitó información a las universidades de Salamanca, Valladolid, Burgos y León y se pudo comprobar que aunque existe voluntad en generalizar este tipo de menús adaptados, aún se aprecian carencias en este sentido.
Por esa razón, se insta a las cuatro universidades públicas a que introduzcan en los pliegos de prescripciones técnicas de los contratos de concesión de servicios de cafetería y restauración una serie de requisitos dirigidos a conseguir que la alimentación servida sea variada, equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales de los usuarios del servicio, en particular de los usuarios que presentan intolerancias y alergias alimentarias, como es el caso de las personas celíacas, debiendo ser objeto de especial valoración dichas prescripciones en los criterios de adjudicación de los contratos, así como controlar su cumplimiento.
Además, se recomienda que los productos de las máquinas dispensadoras de bebidas y alimentación también respondan a criterios de salubridad, pudiendo establecerse como orientativas todas las recomendaciones contempladas en el 'Informe sobre el fomento de los hábitos saludables en las Universidades a través de empresas adjudicatarias de los servicios de vending y restauración' de 15 de marzo de 2019,que fue aprobado por la Red Española de Universidades Saludables (Reus).
Por último, se puso de manifiesto la necesidad de situar en un lugar visible y destacado información sobre la existencia de menús especiales bajo demanda, con objeto de que puedan ser consumidos por personas con intolerancias y alergias alimentarias.
Cabe recordar que la Constitución Española, en su artículo 43, reconoce el derecho a la protección de la salud, encomendando a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios, señalan desde la institución autonómica. Del mismo modo, el artículo 13.2 del Estatuto de Autonomía de Castilla y León reconoce el derecho de todas las personas a la protección integral de su salud, y obliga a los poderes públicos a velar para que este derecho sea efectivo.
La Carta de Ottawa para la promoción de la salud, surgida de la Conferencia celebrada entre el 17 y el 21 de noviembre de 1986, en la que estuvo representada España, ya se refería a la promoción de entornos saludables, particularmente en el ámbito del trabajo y del ocio, y en cualquier contexto social donde las personas desarrollan sus actividades diarias. Las Universidades se constituyen en centros de trabajo y en centros de enseñanza, por lo que las mismas deben adquirir el compromiso de promover la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas que trabajan y estudian en ellas, también a través de la alimentación.