La plantilla respira: «Nos han quitado el miedo, el temor a que terminarían por aplicar un ERE»

La plantilla de San Marcos tiene un motivo para respirar libre de la presión que les ha perseguido los últimos meses, mientras el tiempo avanzaba hacia la reapertura del Parador con una cuarta parte de la actividad que podían desempeñar hasta el cierre. La plantilla de San Marcos tiene ahora la certeza de que cerrar 200 habitaciones y regresar con 50 no va a liquidar ningún puesto de trabajo en el próximo año. «Nos ha quitado el miedo al ERE, el miedo a la situación de que iban a provocar un expediente de despido para un número de trabajadores hasta ajustar la nueva oferta hotelera de la primera fase», indicó ayer Francisco Javier García, presidente del comité de empresa, como primera valoración al encuentro que pudieron mantener con el presidente de Paradores, Óscar López. Después de dos años de cierre, de incertidumbre por la segunda fase de la obra, de la inquietud ante el peligro de la extinción de puestos de trabajo, la certeza de que el presupuesto de la empresa para el próximo año incluye, intactos, los 84 empleos, resta presión al entorno y contribuye a «crear un nuevo tiempo de comunicación entre los trabajadores y la compañía, que así se lo hemos hecho saber al presidente.

Con tiempo suficiente para pensar en el futuro, hay margen para analizar el pasado: «Visto con margen, el tiempo nos a la razón a los trabajadores, cuando dijimos que era un despropósito cerrar el 13 de diciembre en vez del 8 de enero; de la imprevisión con las obras, de la falta de definición de los proyectos», analiza el representante de los trabajadores, que anuncia la disposición a mantener el nivel reivindicativo. «Desde luego que seguiremos vigilantes, con la exigencia de mantener el empleo en León y devolver cuanto antes la actividad al Parador, que San Marcos vuelva a ser el principal referente turístico de esta ciudad», dijo.