'COACH' PARA PADRES SEPARADOS
Los juzgados de León estudian crear la figura del coordinador de parentalidad
Funcionaría como un 'coach' para parejas separadas con hijos que reduciría la litigiosidad
Imagen reciente de la fachada de los juzgados. JESÚS F. SALVADORES
Los juzgados de León estudian la posibilidad de crear la figura del coordinador de parentalidad, una especie de ‘coach’ para padres separados que tengan hijos menores, que mediaría en los conflictos que se puedan presentar en el transcurso del día a día y que con esta fórmula evitaría la litigiosidad que suele darse a menudo en este tipo de circunstancias.
La medida fue propuesta en la jornada de Jueces Decanos que se celebró la pasada semana en Huelva y forma parte del paquete de propuestas elevado por los representantes de la judicatura en los principales partidos judiciales. «De momento se ha puesto en marcha en Cataluña y Valencia. Aquí vamos a esperar a ver la evolución y los primeros resultados y después tomaremos las decisiones que correspondan», señaló a este periódico el decano de los jueces de León, Luis Alberto Gómez.
Esta figura, cuyo origen se encuentra en EEUU y Canadá, consiste en el nombramiento por parte del juez de un experto en relaciones familiares que ayuda, apoya y asesora a los progenitores en el ejercicio de su parentalidad y al mismo tiempo informa al Juez de las vicisitudes que afectan a los hijos e hijas menores. Podría definirse como un auténtico «coaching de padres» Los proyectos pilotos han evidenciado una reducción drástica de la litigiosidad y una mejora sustancial en las relaciones paternofiliales. Los menores de edad tienen derecho a contar con un nuevo instrumento que contribuya a su bienestar emocional.
Experimental
Ya el año pasado se lanzó una propuesta similar con un carácter muy tibio. Buena parte de las propuestas de 2018 tuvieron un componente social, con los menores y la violencia de género como telón de fondo. Los togados señalaban entonces que los juzgados de Familia «se ven inundados por conflictos derivados de la incapacidad de algunos progenitores para ejercer una parentalidad responsable». Incidentes en el cumplimiento de régimen de estancias, desacuerdos sobre salud, formación o lugar de residencia del menor, enfrentamiento sobre pautas educativas... Se trata de disputas, dicen, que «no se resuelven con a aplicación del ordenamiento jurídico» y que acaban dañando a los hijos, según se refleja en el estudio elaborado a este respecto por los jueces.