Sin subir tributos y sin el corsé del plan de ajuste a finales de 2020

Los últimos ajustes, posibilitados por la unificación de los créditos ICO que hay pendientes, hacen que el dinero que se lleven los bancos el próximo año ascienda a 13.858.031,4 euros, en lugar de los 15.061.621,4 euros, lo que redunda en un aumento de los capítulos de inversiones y gasto corriente en bienes y servicios. La merma, que afecta sobre todo a la amortización de los préstamos, no será sin embargo los únicos fondos que se lleven las entidades financieras. El concejal de Hacienda, Carmelo Alonso Sutil, avanzó que los «entre 7 y 8 millones de euros que se prevén del remanente de tesorería» de este año en curso se dedicarán a enjugar la deuda por adelantado. Como consecuencia, la deuda, que cerrará 2019 en 150296.014 euros, quedará a finales de 2020 por debajo del 110% del endeudamiento de los ingresos corrientes, en vez de en abril como estaba planificado en un principio, lo que permitirá dejar el corsé del plan de ajuste que limita ahora la utilización del remanente para invertir, la contratación de personal y la concertación de nuevas operaciones de créditos.

Alonso remarcó además que el presupuesto no conlleva ni una actualización de acuerdo al IPC, ni una subida de tributos para 2020. Aunque sí que recordó que «la única pretensión es la de recuperar la tasa de licencias ambiental», pero «a costes inferiores a los que existían» cuando se quitó.