La torre de control portátil continúa con la gestión aérea

La reforma de la torre de control licitada por el Ejército del Aire sigue su proceso y, mientras tanto, toda la gestión del tráfico aéreo se lleva a cabo desde una torre de control portátil militar, desde la que se realizan todas las operaciones. La reforma permitirá dotar a la torre de una planta más para mejorar la visibilidad a los operadores aéreos. El edificio cuenta con más de 80 años de antigüedad y el próximo año el aeródromo militar leonés cumplirá su siglo de historia. La mejora de las históricas instalaciones están incluidas en un plan de modernización del Ejército del Aire y actualmente cuenta con dos plantas, además del fanal, desde donde los militares que se ocupan de la gestión del tráfico podrán disponer, tras la reforma, de una visión de 360 grados al transformarse su espacio de trabajo en una zona diáfana que les permitirá observar la pista de operaciones, algo que no pueden realizar desde las instalaciones originales. La reforma no afectará a la estructura original del edificio, pero la obra permitirá dotarla también de un nuevo espacio, una sala de descanso para los controladores y también de un montacargas, junto con la mejora de los sistemas operativos. La torre de control portátil, similar a un contenedor, dispone en su interior de todo lo necesario y ya ha sido empleada en misiones militares españolas, por ejemplo en Afganistán.