Crisis del PP
Génova despide a la gerente del PP de León al sospechar que urdió una campaña de desprestigio al partido
El partido le atribuye la difusión de filtraciones internas y ordena cambiar las cerraduras de la sede
La crisis abierta en el PP de León ya se ha cobrado su segunda 'pieza'. El Partido Popular ha despedido a la gerente de la formación en León, Yolanda Gutiérrez Ponce de León, por falta de confianza y sospechar que ha participado en la campaña de desprestigio del ya exsecretario general del PP y diputado electo, José Miguel González, a quien se le atribuye la falsificación de su currículum. La ahora exgerente conocía ayer la decisión de Génova, de quien depende directamente, aunque desde hace meses se habla de su destitución. Tal es el recelo que existe hacia Gutiérrez que también ayer se ordenaba el cambio de cerraduras en la sede del PP de León, según confirmaron fuentes de esta formación política.
Una de las personas más cercanas a Isabel Carrasco, Yolanda Gutiérrez ha manejado los hilos internos del PP de León en la sombra desde hace años. Pero las primeras sospechas sobre su deslealtad comenzaron durante las primarias que enfrentaron a Alfonso Fernández Mañueco y Antonio Silván en marzo de 2017 para alcanzar la Presidencia del PP de Castilla y León en sustitución de Juan Vicente Herrera, momento político en el que la acusan de haber sido más que proactiva contra la campaña del exalcalde de León y ahora senador por León.
Esta destitución se produce en un momento en el que el propio presidente del partido, Juan Martínez Majo, se encuentra muy debilitado políticamente tras los sucesivos fracasos electorales que han hecho perder al PP la Diputación.
Imagen de la sede del PP la noche electoral. JESÚS F. SALVADORES
La salida de Gutiérrez Ponce de León es una consecuencia más de la época convulsa que vive el partido. Y Gutiérrez lo lleva viviendo desde dentro durante meses. Su historial al lado del frente 'carrasquista' la mantuvo firme al lado del exdiputado nacional Eduardo Fernández, quien tomó las riendas de manera interina tras la purga de Marcos Martínez Barazón.
En ese núcleo de poder se mantuvo hasta la pugna por la presidencia autonómica del partido, en la que fue acusada de maniobrar contra Antonio Silván y que terminó con Alfonso Fernández Mañueco como máximo responsable de la formación en Castilla y León. Pese a esta situación, consiguió afianzarse en el partido, aunque con los recelos de los silvanistas, y participar de manera activa en la estrategia del presidente provincial, Juan Martínez Majo, para ganar las elecciones municipales y autonómicas.
Aunque con la victoria de Pablo Casado a nivel nacional ya se había visto debilitada su posición por la salida del primer plano de sus dos principales puntales en León: Eduardo Fernández y, sobre todo, Luis Aznar. La afinidad con el exsenador ha continuado durante todo este tiempo, en el que las luchas intestinas buscaron desde un principio cargarse la figura emergente de José Miguel González. No lo hicieron hasta pasadas las elecciones generales, cuando desde dentro se gestaron las filtraciones para airear que el ya exdiputado no tenía la titulación en Derecho como publicitaba en sus redes sociales. En la maniobra, Génova identifica la presencia de este grupo crítico.
Como consecuencia de esta polémica, el pasado domingo por la noche, el que fuera diputado electo y secretario general del PP leonés José Miguel González, anunció su cese para evitar daños de imagen a su formación. En un comunicado, el PP resolvía que su sustituta en el Congreso sería Carmen González Guinda -parlamentaria en la anterior legislatura y exalcaldesa de Garrafe tras perder estrepitosamente las últimas elecciones- y que David Fernández, hombre de confianza de Silván, sería el nuevo secretario general del PP. Pero la decisión duró solo unas horas. Ayer mismo, el presidente del PP leonés, Juan Martínez Majo, rectificaba públicamente la decisión y dejaba en el aire este nombramiento, haciendo evidente la crisis interna que empieza a manejar Génova.