Transporte
León admite que el transporte público es «francamente malo» y valora su municipalización
u Conductores denuncian la gestión, con paradas de bus imposibles, retrasos en las líneas y falta de mantenimiento de los vehículos
Basta subirse a un autobús en Santo Domingo para percatarse del estado del transporte público en León, que ni por asomo apareció en el ránking que la empresa Holidu publicó el pasado octubre con las diez ciudades españolas más eficientes en este ámbito. Pulsadores de paradas que se caen, literalmente, lugares de subida de pasajeros en los que el conductor tiene que hacer verdaderos malabares, o tener que esperar 20 minutos de más porque es imposible cumplir con el tiempo estipulado de una línea.
Las delegación sindical de UGT del sector transportes quiere que, tras dos décadas dependiendo de empresas subcontratadas por la compañía Alsa, el Ayuntamiento de León tome la iniciativa municipalizando el servicio. A priori el Consistorio ha asegurado que están a la espera de «un nuevo estudio», según garantizaron a José Antonio Ferreras, representante de UGT en Alesa, encargada del transporte urbano de León -los autobuses rojos-. «Económicamente no afectaría, el sueldo sería parecido, pero pasaríamos a ser personal laboral ajustándonos al convenio colectivo de trabajadores municipales», reconoce Ferreras, que lleva más de 30 años en la profesión.
El concejal de Régimen Interior, Movilidad y Deportes, Vicente Canuria, ha asegurado a este periódico que la situación del transporte público es «francamente mala» y que el Plan de Movilidad Urbana (PMU) necesita ser revisado cuando finalice la actual contratación con Alesa, fechada en 2021, así como la municipalización del servicio. «Si los criterios de oportunidad, eficiencia y calidad del servicio se dan, podríamos municipalizarlo», explica, y matiza que «siempre» defenderá «la gestión pública sobre la privada».
Alguna de las reivindicaciones «de toda la vida», lamenta Ferreras desde UGT, «es el tema de ir al servicio, sin un lugar para poder hacer tus necesidades». Una solución asequible es la colocación de cubículos adaptados sanitaria e higiénicamente, como sucede en Valencia en las paradas de autobús. Sobre esta incidencia Canuria afirma que «las condiciones han de ser dignas». «Si esas circunstancias están ocurriendo, tanto la empresa como el Ayuntamiento deberían intentar solucionarlo», manifiesta.
Igualmente la ciudadanía sufre el tiempo de espera por el exceso de tráfico. «Una forma de agilizarlo sería a través de sistemas de prioridad semafórica», añade, como ya sucede en Madrid o San Sebastián. Se trata de semáforos inteligentes que, cuando detectan un autobús, se ponen en verde de forma automática para que pueda pasar, evitando así atascos mayores. En torno a este dispositivo el edil de Régimen Interior, Movilidad y Deportes reconoce que «agradaría muchísimo a los conductores, pero en León no lo hemos planteado por desconocimiento. Lo investigaremos y, siempre que haya posibilidades y no implique un peligro para el tráfico, se podría aprovechar».
PARADAS IMPOSIBLES Y RETRASOS
Otras problemáticas son los retrasos en las líneas. Según Ferreras es necesario mejorar la frecuencia. «Estamos muy ajustados y nunca se llega a tiempo, lo que afecta a los usuarios que esperan de más, y a nosotros, que corremos más para llegar a la hora con el peligro que esto conlleva», admite. En concreto señala a las líneas 4 y 9; y la 6 los fines de semana. Para solucionarlo plantean una reducción de líneas, que desde 1986 no han cambiado. Canuria apunta a que «sí» convendría una reducción, «revisando las líneas y controlando los movimientos de la población: cuales son las más utilizadas y las que menos, sin dejar a nadie en la estacada».
La representación de UGT en Alesa, además, presentó en 2015 un informe que «el PP dejó en el cajón», según denuncia Ferreras, en el que trasladaban las dificultades diarias al equipo de gobierno de Silván. Entre estas, un amplío apartado se dedica a la imposibilidad que presentan algunas paradas. «Tenemos que ingeniárnoslas para maniobrar y facilitar el acceso de los viajeros, sobre todo a las personas mayores, ya sea por las dimensiones de la parada o por un coche mal aparcado. Requiere una solución urgente porque llevan así desde 2015», denuncia José Antonio Ferreras. Canuria declara no haber visto dicho informe. «Me gustaría conocerlo. Lo que está claro es que no se puede dejar en el cajón», concluye el edil.
Imagen de un autobús en Ordoño II . RAMIRO
3.294.625 usuarios de autobús hasta el 31 de octubre de 2019
Los datos facilitados por Alesa, entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2019, reflejan la venta de 975.000 billetes de autobús y 2.319.625 usuarios de tarjeta (normales, estudiantes, pensionistas, discapacitados, familia numerosa, entre otros)que dejan 3.294.625 usuarios totales. Las líneas más demandadas son la 6 (Puente Castro-Hospitales) con 524.239 usuarios y 225.105 tickets; la 1 (Armunia– Hospitales) que acumula 403.753 usuarios y 174.903 billetes vendidos; la 13 (La Chantría–Área 17) con 202.397 usuarios y 75.730 tickets; y la 9 circular (Hospitales–Estación de autobuses–Ejido) con 193.542 usuarios y 98.580 billetes (incluye festivos, transbordos y grupos o empresas). Los servicios menos solicitados son los que presta la línea 5 (Oteruelo–Santo Domingo) con 37.346 usuraios y 11.373 tickets; la 8 (Trobajo del Cerecedo–Santo Domingo) con 52.014 usuarios y 18.062 tickets; y la 10 (Crucero– Monte San Isidro) que suma 48.162 usuarios y 26.228 billetes vendidos.
El nuevo PMU: sin tranvía a partir de marzo y mirando a Pontevedra
Desde la concejalía de Régimen Interior, Movilidad y Deportes están «analizando muchos modelos» para reestablecer el Plan de Movilidad Urbana (PMU). «Pontevedra tiene un muy buen modelo de movilidad. Puede servir pero no es totalmente extrapolable; aún así me gustaría tirar de las fórmulas que emplean allí». A mayores, Canuria descarta de forma contundente la opción del tranvía. «Nadie está pensando en introducir el tranvía». Este nuevo PMU se dará a conocer «en dos tres meses a partir de la adjudicación», fecha que desde el Ayuntamiento fijan «en el primer trimestre de 2020», cuando podrán «saber con más certeza hacia dónde avanza». Aunque para ello también dependen de otros actores como la DGT, que «tendrá que dar sus criterios en relación al nuevo PMU». Además, Canuria asegura que una de las cuestiones a mejorar es el préstamo de bicicletas. «Estamos trabajando para realizar un servicio propio municipal no dependiente de empresas externas». Vicente Canuria afirma también que se han reunido varias veces con representantes del sector transporte. «Anteriormente en la oposición y desde junio en el Gobierno. Además de las cuestiones de carácter profesional y el desarrollo de su trabajo, como las reclamaciones debido al incumplimiento de la subida salarial, hemos hablado de recuperar los niveles de renta que han ido perdiendo por los recortes», asegura.