Los huesos hallados eran de unos estudios de anatomía
La investigación descarta que estén relacionados con delito alguno
El local y el contenedor donde aparecieron los restos volvieron a la normalidad ayer.
La Policía Nacional descarta la existencia de una muerte violenta en la aparición de los huesos hallados en la noche del jueves en un contenedor del paseo de Salamanca, toda vez que la autopsia ha revelado que los restos humanos estaban barnizados, circunstancia que elimina cualquier tipo de indicio de delincuencia.
Ni siquiera se llegó a realizar la inspección ocular que se había programado para la mañana de ayer, ante la certeza de las evidencias.
Así las cosas, la versión oficial apunta a que un familiar del propietario del local en obras, que llevaba cerrado 20 años, depositó los huesos en el almacén después de utilizarlos para realizar prácticas de sus estudios de medicina.
La bolsa estaba en el sótano del número 23 de la avenida, en un inmueble cerrado que guardaba junto a los huesos una nutrida cantidad de ordenadores en desuso, muebles de oficina y estanterías similares.
La explicación
Una persona vinculada al propietario del local había realizado estudios de Medicina hace años
El primer avance de la autopsia saca conclusiones muy similares. Se trata de huesos limpios, en los que no se aprecia ningún tipo de contusión ni herida incisa, que además muestran una capa de barniz protector para su manipulación académica. No obstante, la alarma que se desató vino a menos a lo largo de la mañana de ayer, tras la aparición de los primeros datos oficiales.
El hallazgo tuvo lugar en el sótano del inmueble, donde una cadena de supermercados abrirá a finales del próximo mes de marzo un establecimiento. Las tareas burocráticas habían sido intensas en los últimos años para conseguir las licencias correspondientes, a la vista de que el espacio llevaba mucho tiempo inutilizado y de que faltaban documentos por obtener antes de que se pudiese comenzar con la obra en cuestión.
Los trabajadores de la empresa asturiana que se encarga de las obras de acondicionamiento movían numerosos sacos de escombros (calculan que habían extraído ya en torno a quince) cuando junto a una pila de ordenadores, estanterías y muebles de oficinas, hallaron unos sacos que lanzaron al contenedor del paseo de Salamanca.
Al caer al depósito, uno de los sacos se abrió y dejó al descubierto restos humanos que ahora, en virtud de las investigaciones, se ha demostrado que se utilizaron para estudios de medicina de un familiar cercano al propietario del solar.
Ayer continuaron los trabajos de acondicionamiento del local. No volverán a reanudarse hasta el jueves de la semana que viene, por el parón de las fiestas navideñas.