Historia en pasado y presente
Identidad leonesa de la mano de los Decreta
Reivindicación de la memoria en la presentación del libro de Rogelio Blanco ‘Las Cortes Leonesas’
La elección de la Colegiata de San Isidoro no fue casual. Como tampoco lo fue la sala, bautizada con el nombre del patrono leonés. Con estos mimbres, estaba claro que la presentación del libro de Rogelio Blanco «Las Cortes Leonesas de 1188, primeras Cortes Parlamentarias» iba a tener un tinte inequívoco de querencia a la patria chica.
Y así fue. Pero se hizo sin estridencias, desde la razón que dan los argumentos. Por eso, la puesta de largo de esta última obra de Rogelio Blanco se convirtió en un acto reivindicativo de la historia, la memoria y la identidad leonesa, donde el escritor compartió sentimientos con todos cuantos abarrotaban la sala como con las personas que le acompañaban en la mesa: el abad de la Colegiata, Rogelio Blanco, el alcalde de León, José Antonio Diez, y el responsable de Cultura de la Casa de León en Madrid, José María Hidalgo, entidad esta última editora de este libro que recoge toda la gran lucha de Blanco porque los Decreta hayan sido distinguido mundialmente con su reconocimiento en 2013 en el Programa Memoria del Mundo como el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo.
El regidor leonés recordó de inicio un acto de desagravio: el que protagonizó hace dos años Mariano Rajoy «cuando tuvo que venir a León a rectificar sus palabras en las que ubicaba en el Reino Unido la Cuna del Parlamentarismo». «En esta tierra —añadió con orgullo— en el Viejo Reino de León fuimos los primeros en sentar las bases de los derechos de los ciudadanos, en cimentar las normas que dieron paso a la democracia».
"La crítica no debe verse como traición, los leoneses no debemos ser más que nadie pero tampoco menos".- ROGELIO BLANCO
Y esa alusión a la democracia le sirvió a Diez para afianzarse en su postura favorable a una autonomía leonesa. «Cada día es más necesaria una clara reivindicación para el reconocimiento de nuestro pueblo y de nuestra identidad». Y su discurso se aceró al tiempo que profundizaba en esta línea. «El pasado de León lo han intentado secuestrar e invalidar y es necesario hablar de León, de nuestra gente y de nuestro pueblo que precisa un futuro mejor que el que tiene». Por último, apeló al compromiso «de todos» por un porvenir más esperanzador para León.
En sus reflexiones finales, Rogelio Blanco, compartió el mensaje del alcalde. Habló también del movimiento leonesista resurgido ahora de nuevo. «Lejos de mí —subrayó— un planteamiento nacionalista porque el nacionalismo es narcisista y una tergiversación de la historia. La crítica no debe verse como una traición, los leoneses no tenemos que ser más que los demás pero tampoco menos. En nuestra historia hemos tenido muchos personajes que bregaron por la libertad. Tenemos faros donde mirar, el resto depende de nosotros».