Tribunales
Fiscalía pide 9 años para el acusado de violar y robar a una mujer en León
El procesado niega los hechos, en julio de 2018; la acusación particular eleva a 19 años de prisión su petición de condena
La Fiscalía ha mantenido este martes la petición de nueve años de prisión para el acusado de una violación en grado de tentativa y de robar a una mujer en julio de 2018 en el cuarto de contadores del inmueble donde residía, aunque el procesado niega los hechos y afirma que la víctima le confundió con otra persona.
Por su parte, la acusación particular ha elevado hasta los 19 años de prisión su petición de condena y en su informe de conclusiones, tras el juicio oral celebrado este martes en la sección tercera de la Audiencia Provincial de León.
La abogada de la víctima ha sostenido que la agresión sexual fue "consumada", desde el momento en que el acusado -E.J.B.R.- introdujo su pene en la boca de M.J.F.B., por lo que ha reclamado 14 años de prisión, frente a los 5 de la fiscalía por este delito.
Asimismo, ha pedido una pena de 5 años por un delito de robo con violencia e intimidación en casa habitada -frente a los 4 del Ministerio Público- al entender que concurren las agravantes de reincidencia y de uso de arma o instrumento peligroso; así como una indemnización superior a los 5.000 euros a la víctima por daños morales así como por los efectos sustraídos.
Los hechos juzgados se remontan a la noche del 17 de julio de 2018. Ese día, sobre las 21.40 horas, E.J.B.R. estaba apoyado en el portal de M.J.F.B y tras saludarla, esperó a que entrara y, antes de que se cerrase la puerta, aprovechó para acceder al interior del edificio.
Según las calificaciones de la fiscalía, una vez dentro, y a la altura del ascensor, agarró a M.J.F.B. tras arrinconarla contra la pared y la obligó a bajar al cuarto de contadores entre amenazas. "Me dijo: Si gritas, te acuchillo", ha asegurado la víctima durante su declaración.
Tras un biombo y con la voz ahogada, la mujer ha explicado que el hombre, que "empuñaba algo punzante y metálico", se desabrochó los pantalones, se bajó los calzoncillos y la hizo agacharse.
"Yo estaba completamente bloqueada, atemorizada. Sabía que si intentaba hacer algo, me iba a matar", ha confesado después de reconocer que le pasó el pene por la cara y se lo introdujo en la boca durante "algunos segundos".
A continuación, y tratando de buscar una salida, ella le dijo que tenía mucho dinero. "Me pidió que le diera todo. Entonces, yo le di el móvil y abrí la cartera", ha relatado.
Cuando él le preguntó por el PIN de las tarjetas, se apagó la luz. En ese momento, M.J.F.B. se zafó y salió gritando escaleras arriba.
La defensa, que ha pedido la libre absolución del acusado, ha tratado de destacar "contradicciones" en las denuncias de la víctima ante la Policía Local y la Policía Nacional, al tiempo que ha argumentado que ninguna de las cinco huellas recogidas por la científica sitúan al acusado en el escenario.
"Jamás estuvo allí", ha subrayado minutos antes de precisar que "E.J.B.R. tiene un amplio historial delictivo (por robos y estafas), pero ninguna agresión sexual a sus espaldas".
Asimismo, se ha amparado en que "más del 15 por ciento de la población encaja con las características expresadas por la víctima" que, según se ha desprendido de la vista, reconoció a E.J.B.R. entre 128 fotografías y, posteriormente, en dos ruedas de reconocimiento.
"Lo siento por lo que le ha pasado a la chica, pero a mí no me va ese rollo", ha precisado el acusado al hacer uso del derecho a la última palabra y tras negarse a la suspensión del juicio por la ausencia de un testigo (la Policía Nacional que supervisó la instrucción de las diligencias) a propuesta de su letrada.
Durante su intervención en la sala, E.J.B.R., que ha afirmado que "en la vida agrediría a una mujer", ha incurrido en "incoherencias" al hilar un relato en el que, según sus propias palabras, salió del Centro Reto de Aldea de la Valdoncina el 17 de julio de 2018 y, tras tomar unas cervezas, cogió un bus a Palencia.
Una vez allí se dirigió a casa de dos hermanos conocidos de prisión, en "una barriada conflictiva", tras pillar cocaína en un pueblo de León, al que se desplazó en taxi.
Un relato que fue desmontado por un trabajador de Reto, que ha aclarado que E.J.B.R., que está en prisión provisional por esta causa en el penal de Dueñas, firmó su baja voluntaria el día 16 de julio a las 11.50 horas tras discutir con otro interno.
Además, una grabación ha situado al acusado en el bar Duna, cerca de la estación de autobuses, a las 8.04 horas del día 17.
Allí, tras "embaucar" a la camarera, le sustrajo un móvil que más tarde, según ha indicado, vendió en León. "En la casa donde compré la droga", ha manifestado.
Tras destacar la "consistencia" del relato de M.J.F.B., acusación particular y Ministerio Fiscal han solicitado, asimismo, una medida de libertad vigilada durante siete años para el acusado, tras cumplir al pena privativa de libertad; así como la prohibición de acercarse a la víctima, con "un trastorno de estrés postraumático" pese a tardar unos meses en pedir ayuda psicológica, a menos de 500 metros y de comunicarse con ella en diez años.
"Tiene la obligación de saber que la mentira tiene un precio", le ha espetado la acusación particular que ha rechazado como prueba la ubicación del móvil al entender que "no se puede determinar si está apagado".
"El relato de la víctima es coherente, se mantiene en el tiempo y no es espurio, es creíble, además de honesto", ha zanjado firmemente convencida de que "es hora de que se condenen este tipo de conductas sociales".