San Andrés del Rabanedo
Cuarenta escolares abandonarán «por seguridad» un edificio del Trepalio
Los técnicos de la Junta y del Ayuntamiento comprobaron los problemas de humedades del parvulario
Cuarenta alumnos de uno de los edificios de infantil del colegio Trepalio abandonarán en los próximos días el inmueble «por seguridad», tras corroborar los técnicos de la Junta y del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo que las denuncias por humedades y el mal estado general de las instalaciones, que viene notificando de forma reiterada la dirección del centro, aconsejan trasladar a los escolares.
De hecho, los operarios de Obras del Ayuntamiento ya están avisados para efectuar el cambio del material y de mobiliario de ese edificio construido en 1965 a su gemelo, que sí reúne las condiciones necesarias para impartir las clases, aunque curiosamente se levantó cinco años antes, en 1960.
La Junta asegura que la decisión de cambiar a los menores recae en el propio colegio, «que posee autonomía organizativa», y que las deficiencias se deben «a la falta de mantenimiento del edificio desde hace años por parte de las sucesivas corporaciones de San Andrés».
La versión municipal es radicalmente diferente, consideran que las humedades que presenta de arriba a abajo el parvulario derivan de la antigüedad de las instalaciones y de la forma en que se construían en los años sesenta, sin tener en cuenta las posibles filtraciones del subsuelo ni la importancia de usar materiales aislantes.
El balón de la culpa salta así del Ayuntamiento, responsable de las obras de mantenimiento de los colegios a la Junta, encargada de los defectos estructurales. Sea de la administración que sea la responsabilidad, lo que queda patente y corroboró la inspección hace una semana es que ese edificio de infantil requiere una reforma integral.
El temor de la comunidad educativa es que esos trabajos no se emprendan o se dilaten en exceso y ello conlleve el cierre de unidades de infantil. Contra el deterioro de los colegios de San Andrés se han unido el Ayuntamiento, las Ampas y las direcciones del colegio Trepalio y el Martínez Gadañón, que exigen a la Consejería de Educación una rehabilitación de los edificios que incluya las cubiertas. Los técnicos municipales ya elaboraron la pasada legislatura un informe que valoraba en 670.000 euros las obras más urgentes que se debían acometer en los centros educativos. Ese documento se remitió a la consejera, María del Rocío Lucas, con quien se reunieron recientemente en Valladolid y a quien informaron «del lógico malestar» que generan las deficiencias de los colegios. Insistieron que es «fruto de su antigüedad, que les impide estar a la altura de las necesidades tanto del alumnado como del profesorado, en lo que a los mínimos parámetros de calidad se refiere».
En los últimos años, esta situación se ha expuesto en varias ocasiones a la Junta sin lograrse el visto bueno a una reforma integral, aunque sí mejoras de accesibilidad y obras valoradas en 300.000 euros.