Campanero de Villabalter
Hacer frente al santo Tormentero
El Tentenube conjura a la tempestad y protege las cosechas
«Tente nube, tente tú, que Dios puede más que tú». Con esa frase y un toque especial de badajo, los maestros campaneros de León han logrado durante siglos espantar el pedrisco tañendo las noches del 31 de enero al 1 de febrero, en el Santo Tormentero. Una honda tradición contra los genios mitológicos de las nubes que provocan las tormentas y dirigen las tempestades, que se celebra en Santa Brígida como protección de las cosechas. Dar vida a esta curiosa y ancestral práctica constituye una de las enseñanzas que transmite el Campanero Mayor de Villabalter, Pedro Delgado González, que incluso ha creado la primera Escuela de Campaneros.
«Se solía hacer desde la medianoche, pero la gente ahora se asusta, por eso lo tocaremos por la tarde», explica el campanero, empeñado en que el legado del tañido de las campanas no se pierda y pase como herencia a las futuras generaciones.