La obra de Pablo Flórez se hace a tientas sobre las redes del gas

Una vez que se han puesto a picar, surgen las sorpresas. Salvo las redes de abastecimiento y saneamiento, que dependen de manera directa de la administración municipal y están controladas, el resto del terreno parece un campo de minas en el que, en cualquier momento, se pica una canalización del gas o de Iberdrola. Con poco más auxilio que el aviso de los titulares de las líneas de que están por ahí,

con una aproximación de error que puede ir de los 5 centímetros al medio metro, la obra de reurbanización de la calle Pablo Flórez avanza al ritmo que permiten los imprevistos surgidos ante la indefinición de los trabajos.

Pese a los inconvenientes surgidos, el Ayuntamiento de León estima que la reurbanización se terminará a lo largo del mes de marzo, antes de la celebración de la Semana Santa, y que se complete la primera fase, entre la plaza de la Catedral y el corral de San Guisán, donde las máquinas finalizaron sus labores antes de Navidad. Para lograr el objetivo marcado, en estos momentos los operarios de la empresa adjudicataria trabajan en la ejecución de las redes de abastecimiento y saneamiento, que se sustituirán por completo, y la reposición de las que han sido dañadas. En ese listado se apuntan las canalizaciones para el cableado que ya hay sobre el terreno, así como las del gas, una de las cuales se picó por accidente el pasado lunes por la mañana al no estar bien localizada sobre los planos, provocó un escape y obligó a los Bomberos y la Policía Local a intervenir en el entorno de los colegios Ponce de León y Discípulas de Jesús ante el riesgo de que pudieran intoxicarse los escolares y los vecinos.