El Ayuntamiento de León no sabe aún cómo terminar la obra del Palacio de Congresos

Hay varias opciones de la mesa, pero por el momento todavía no hay ningún plan. El Palacio de Congresos espera a que el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de León se decante por una salida para rematar el edificio de la vieja azucarera. No es fácil. Están disponibles a día de hoy «poco más de 4 millones de euros», según reconoce la concejala de Promoción Económica, Susana Travesí, quien abunda en que quedan por ingresar a lo largo de este ejercicio 2020 otros 2.973.535 euros: 1.338.231 del Ministerio de Industria y 1.635.304 de la Consejería de Fomento de la Junta. Es todo lo que queda de los 71.090.447 euros que se repartieron las administraciones central, autonómica y municipal con unas aportaciones del 40%, 40% y 20%, respectivamente. El problema surge cuando se constata que terminar el complejo con la construcción del último de los inmuebles se cifra «en torno a los 20 millones de euros», como admite la edil socialista.

La realidad hace que el equipo de gobierno, después de medio año de haber tomado posesión, no haya avanzado nada en el planteamiento para solucionar el enquistamiento de la infraestructura. El complejo queda en el mismo punto que lo dejó el PP después de la inauguración del Palacio de Exposiciones en mayo de 2018. Entonces, los populares anunciaron que licitarían un contrato para ejecutar la envolvente de la vieja azucarera, que comprendería la cubierta, los muros exteriores y el reparto interior, mientras que el equipamiento quedaba abierto a sacar otro contrato en el que una empresa privada asumiera el coste a cambio de quedarse con la gestión o que se hicieran aportaciones extraordinarias por parte de las tres instituciones. En 2019, de acuerdo a sus cálculos, se quitarían los arriostramientos de la fachada, que le suponen un coste al consistorio, y en 2020 estaría listo. Pero ni lo sacaron a licitación, ni hubo ningún movimiento administrativo más allá de la redacción de los pliegos de condiciones que los técnicos tienen preparados desde hace cerca de dos año.

Esos mismos pliegos para la construcción de la envolvente, que partiría con un tipo máximo de 4,7 millones de euros, son los que heredó el PSOE. Travesí admite que esta es la solución «más sencilla» que barajan, aunque concede que el complejo «quedaría bastante cojo». Frente a esta salida o la redefinición de los planos, la concejala del PSOE incide en que «hay que cuantificar bien cuánto dinero queda y lo que hace falta para completar el proyecto»; un plan que tiene parte andada con la Proposición No de Ley presentada de la UPL que hizo que en 2016 la Junta se comprometiera a asumir su parte de los sobrecostes, pero que no involucra por ahora al Gobierno. «Tenemos que volver a sentarnos», plantea la edil socialista, quien insiste en que «la decisión tiene que estar clara pero todavía no está tomada».