«Sin ese apoyo nunca me hubiese atrevido a dar el paso»
Cuando se empieza, toda ayuda es bienvenida. Cuando se parte de cero las manos amigas se agradecen. Esta línea de la Diputación asume el 80% e incluso el 90% de la cuota de autónomos durante dos años
En su avatar de WhatsAp, Leticia Fernández Rascón, licenciada en Historia del Arte metida a apicultora a tiempo completo, ha colocado una frase que resume su vida en los últimos dos años: «La historia de la reinvención de Leticia», escribió por encima de su fotografía. Sin ningún vínculo con el mundo de la apicultura, esta joven de Carrocera que reside en La Robla, abrazó hace dos años la fe de las abejas cuando vio como se ‘conducía’ a una colmena un gran enjambre que había anidado bajo las tablas de una casa antigua.
«Esto es lo mío», se dijo convencida. Se hizo autónoma y empezó con quince colmenas. Fue aprendiendo el arte de la miel y ahora tiene ya 400 repartidas por Carrocera y Los Barrios de Luna. «Quiero llegar a 800 en unos pocos años y ampliar también territorio hasta la zona del Alto Bernesga». En su pequeña empresa «Miel La Cazurra» ha incluido ahora también a su marido como autónomo.
Pero como ella misma reconoce toda esta historia no se podría haber escrito sin las ayudas de la Diputación para los emprendedores. «Sin ese apoyo al principio nunca me hubiese decidido, sequro que no me hubiese atrevido a dar el paso porque al principio la cuota de autónomos es poco dinero (60 euros) pero pasado algún tiempo son 300 euros al mes. Para mi hubiese sido inviable. Esta ayuda me vino fenomenal para empezar y ahora para apostar fuerte hasta ver donde podemos llegar».
Algo parecido le sucedió a Alejandro Coco, de Soto y Amío. Trabajaba en una empresa de jardinería que hizo un ajuste de plantilla al flaquear el trabajo y él se fue a la calle. Pero aprovechó su experiencia en el sector para poner en marcha su propia empresa: «Alejardín», fusionando su nombre con su actividad. El pasado mes de enero hizo dos años y cada día está más convencido de que fue su mejor decisión. «Para empezar a trabajar en esto tuve que hacer una inversión grande, comprar una furgoneta, maquinaria, invertí alrededor de 20.000 euros. Bastante dinero y el no tener que preocuparme de la cuota de autónomos, sobre todo cuando subió a casi 200 euros en el último trimestre, fue de gran ayuda para mí».
Víctor Gutiérrez es otro de los emprendedores beneficiados por esta línea. Creó en Robles de Laciana «Ganadería Gutiérrez». « «Llevar... llevo toda la vida entre ganado pero en serio desde hace unos tres años cuando me hice autónomo y pedí estas ayudas. Aunque esto se lleva en la sangre y de de pequeño ya montaba ya mis granjas con los play mobil, me vino muy bien ese apoyo. Actualmente tiene cuarenta cabezas de ganado de calidad (raza Asturiana de los Valles) entre vacas y novillas. «Prefiero tener menos y bien atendidas que abarcar mucho y mal», asegura. El año pasado tocó pasarlo mal porque los ternteos que se pagaban a mil euros bajaron a entre 700 y 800.
También en Laciana, pero en este caso en Villablino, otra emprendedora, Inés Fernández, decidió abrir la zapatería «Fama». Ella es otra damnificada del hundimiento de la minería. Trabajaba en el lavadero de Villablino de Victorino Alonso y cuando esta instalación cerró decidió hacerse autónoma. «Con algunos ahorros que tenía y ayudas como la de la Diputación puse este negocio», asegura. En Laciana las cosas no pintan bien pero ella prefiere huir del pesimismo. «De mi pueblo no me quiero marchar, pero aquí haría falta que viniese alguna empresa ya», dice rotunda.