Efecto arrastre y caída del ladrillo
La economía sumergida es un fenómeno que no merma. Para explicar su incremento en provincias como León hay que remontarse al desplome del ladrillo. Esta aceleración se debió en gran medida al efecto arrastre provocado por el ‘boom’ inmobiliario, ya que en los años de bonanza de este sector (Eras y La Lastra son ejemplos claros del furor constructivo) logró crear una gran dependencia de la economía ligada a este sector y que fue imposible de cortar por lo sano en los primeros momentos de la crisis económica y financiera. Y muchos de los que entraron en la economía sumergida, se han quedado. De hecho esta semana, empresarios de la vecina comunidad de Valdeorras en Galicia denunciaron que no son capaces de encontrar a albañiles bien formados porque siguen enganchados a la economía sumergida.