"Tenemos que estar siempre bajo la protección de un seguro y eso sube los costes"

Maíz, girasol, trigo, cebada, avena, leguminosas y guisantes crecen en las tierras de Carlos De León, un joven agricultor de Carbajal de Fuentes. Su padre está a punto de jubilarse y, junto a su hermano, se dedica a las labores del campo a título principal. Reconoce que haber heredado el negocio es una ventaja. “Empezar de cero a esta edad sería imposible, porque hace falta invertir mucho dinero”, explica.

Para él, como para muchos, el problema del campo es que los precios no son justos. “Los abonos y los carburantes, por ejemplo, son mucho más caros mientras el precio del producto sigue igual que hace décadas”, señala al tiempo que reconoce que “es cierto que se produce más que antes, pero no lo suficiente”.

En su familia, reinvierten los beneficios de un negocio al que siempre tuvo claro que se dedicaría. “Es verdad que el trabajo es duro, pero va por épocas y la maquinaria nos lo ha puesto mucho más fácil”. Sin embargo, asegura que “siempre hay que estar bajo la protección de un seguro y eso sube los costes de producción”.

Este agricultor de 27 años propone que se suban los precios, pero también que se luche contra el cambio climático. Mañana irá a las protestas. “Hay que meter ruido, tienen que escucharnos y hacernos caso”