Juan Francisco García Marín
«La Universidad debe ser punta de lanza para conseguir la igualdad»
La Universidad de León se enfrenta hoy a la jornada de reflexión previa a la votación para elegir a su máximo mandatario. El catedrático de Veterinaria Juan Francisco García Marín aspira a revalidar el cargo mientras que el catedrático de Derecho Juan José Fernández Domínguez concurre por primera vez a las urnas. Más de 11.500 personas están llamadas mañana a la votación para elegir entre los dos candidatos. El profesorado y el PAS, con la consolidación y el rejuvenecimiento de las plantillas o la apuesta por la investigación son temas comunes en ambos programas que contrastan en su visión de la formación online o en la implantación de nuevos títulos.
Juan Francisco García Marín (Alfaro, La Rioja, 1957) aspira a seguir cuatro años más al frente de la Universidad de León como rector. Incide en conseguir una institución académica más sostenible y continuar con el camino emprendido en 2016, consolidando la plantilla, con la apuesta por la investigación y todo a través de un programa basado en «propuestas reales, muy meditado. No tenemos ideas peregrinas ni abstractas»
—Habla de seguir creciendo. ¿Cuál es el camino marcado?
— La Universidad de León tiene una marcha crucero más que aceptable, y eso tiene que seguir. Hemos de continuar creciendo en profesorado, en investigación, en visibilidad de la Universidad, en transparencia, que hemos avanzado bastante, en proyectos sociales... esta marcha ascendente de la Universidad debe seguir para que sea más considerada y para contribuir más aún a la sociedad leonesa y que ésta la reconozca como su universidad. También en los proyectos para los estudiantes.
—¿Cuál es su estrategia para captar alumnos?
—Difusión para que no se vayan fuera, planes de promoción... De momento no ha bajado el número de alumnos de nuevo ingreso y además somos la universidad que más fideliza alumnos, porque nuestros estudiantes continúan aquí estudiando su máster y, además, también tenemos la menor tasa de abandono. Los hechos son los que son.
—¿La apuesta por el modelo online está entre sus planes?
—No, es un complemento. No tenemos la figura de los tutores académicos de las online. Sí que se han hecho infraestructuras, como el estudio de grabación, y el aula que se está ejecutando, para los títulos semipresenciales. Online es otra forma de dar clase, esto se va a imponer dentro de poco, pero yo sigo prefiriendo el trato directo.
—¿El futuro pasa entonces por nuevos grados?
—Sí, por los dobles grados y en los títulos de las profesiones del futuro como robótica, inteligencia artificial, datos... Hay que decir, que entre las clásicas, Minas, porque aquí se asocia al carbón, pero hay nuevas explotaciones con nuevos materiales. Pero no sólo se trata de crear nuevos títulos, hay que ir adaptando lo que tenemos, da lo mismo que se llamen igual que hace décadas.
—Reducir las tasas también puede ser un planteamiento para captar estudiantes.
— Se han reducido, pero como han reducido todos ya no estamos en la media, hemos vuelto a subir. Esto está ya otra vez encima de la mesa, yo creo que no se tardará en solucionar. Pero sobre todo hay un problema, se han reducido las de primera matrícula, no las de segunda y la Junta es consciente de que hay que actuar también.
—¿Cuáles son los retos a los que debe enfrentarse actualmente la Universidad?
—Adaptarse tanto en investigación, que ya lo está haciendo, como en transferencia del conocimiento. España tiene que trabajar en igualdad y temas sociales. La universidad tiene que ser puntera en estos aspectos, la punta de lanza de todo esto, un ente transformado de la sociedad.
—¿Y cómo se encuentra en este situación la Universidad de León?
—En igualdad León va a la cabeza, como un tiro, y en investigación también. Hemos duplicado el fondo de las ayudas a la investigación, tanto para grandes como para pequeños grupos, y debemos seguir apoyando a todos. Hay áreas más potenciadas como el biofarmacéutico, el agroalimentario, ciertos tipos de ingenierías... pero por eso no hay que dejar las otras de lado. Pero claro que también hay que adaptarse a la sociedad.
—Su contrincante habla de limitar a uno los mandatos de rector. ¿Qué opinión le merece esta propuesta?
—El que quiera que se presente y el que no, que no lo haga. En toda España se hace cuatro más cuatro. Pero hay que recordar que él fue el primer decano de Derecho que se presentó dos veces y repitió mandato. El cambio que él plantea debe aprobarlo la Universidad en su estatuto. De momento es lo que hay.
—Los alumnos fueron su gran respaldo en las elecciones pasadas. ¿Cree que les ha fidelizado en estos cuatro años?
— En Ponferrada hace cuatro años había muchas críticas y se ha dado solución. He intentado convencerles mostrándoles los que se ha hecho, lo hemos cumplido todo. Prometo cuestiones reales, bien pensadas y que se llevarán a cabo en todos los aspectos y adaptándonos a las necesidades.
—¿Y para el campus del Bierzo?
—Hay que seguir impulsando Ponferrada. El campus estaba desaparecido y ahora la sociedad berciana sabe que tienen una universidad. Nunca se había hecho tanto en el Bierzo. Ahora se impartirán los primeros cursos de especialista y experto, hemos puesto en marcha actividades sociales y culturales que antes no había nada. Se ha abierto el edificio de investigación y se han logrado 95 proyectos y convenios, de los que 38 son exclusivamente de profesores de allí y es la primera vez que hay catedráticos. Por último, el título de Podología y la clínica, que está a punto de finalizar.
—En Investigación y transferencia, ¿cuál es el principal objetivo?
—Lo mismo que se ha hecho con la oficina de investigación, que ha pasado de tener hasta 2016 cuatro proyectos de investigación internacional a, del 17 al 19, trece proyectos por cuatro millones de euros. ¿Por qué? Porque se ha organizado, se ha ido a los investigadores y se les ha informado y ayudado sobre qué tipo de convocatorias pueden pedir y en su gestión. Ahora viene la Otri, que también será reforzada y destinada solamente a lo que se tiene que destinar, a los proyectos de transferencia con empresas en coordinación con la Fgulem.
—¿Cuáles cree que son sus avales tras este mandato?
—Profesorado, ahora mismo ya no quedan acreditados a titular o catedrático, van a sobrar plazas. La promoción del PAS, la internacionalización, con el incremento de intercambios y la matrícula de un millar de estudiantes extranjeros o la transparencia.