En las prisiones
Una mujer de 78 años, primera víctima mortal por Covid-19 en una cárcel española
Una mujer de 78 años, de origen latinoamericano, reclusa en la cárcel madrileña de Estremera se ha convertido en el primer preso que muere en España afectado por coronavirus. El fallecimiento de esta presa, que fue comunicado ayer por Instituciones Penitenciarias, tuvo lugar el pasado día 20 en el hospital de Arganda del Rey.
La reclusa, que sufría patologías previas, tuvo que ser ingresada con un cuadro de infección pulmonar. En ese mismo centro hay hospitalizados otros dos reclusos procedentes de Estremera y que están también contagiados por el Covid-19. Otro interno, que cumple condena en la cárcel Zaballa, en Alava, es el cuarto preso de una población de 50.800 reclusos que ha contraído el virus, pero ya ha sido dado de alta, según ha informado el Ministerio del Interior. Un total de 38 trabajadores de Instituciones Penitenciarias han dado positivo al coronavirus, mientras que 225 están en observación médica o en cuarentena, la misma situación en la que se encuentran 125 presos.
Quinientas mascarillas
Al centro penitenciario de Estremera, por el que pasó la reclusa fallecida y los presos que siguen ingresados en Arganda, se han remitido ya 500 mascarillas para el uso de los profesionales y, en las próximas horas se espera que llegue más material sanitario de este tipo. Los sindicatos de prisiones llevan día demandando más medios.
Responsables de Instituciones Penitenciarias insisten en que hasta el momento no se ha registrado ningún incidente reseñable tras ordenar en aplicación del estado de alarma que se suspendieran todos los permisos y comunicaciones personales, reduciendo al contacto telefónico (y en algunos casos por videoconferencia) la relación de los internos con el exterior. Desde el organismo dependiente de Interior se ha valorado la colaboración de los internos y también el esfuerzo que están realizando los funcionarios de prisiones, en la línea de lo expresado la semana pasada en sendas cartas a funcionarios e internos por el ministro Fernando Grande-Marlaska.